CUANDO PIDO QUE ME ESCUCHES... Cuando pido que me escuches y empiezas a aconsejarme... no estás haciendo lo que te pedí. Cuando pido que me escuches y me dices que no debería sentirme así, estás hiriendo mis sentimientos. Hijo pródigo - Murillo
Cuando pido que me escuches y sientes que debes hacer algo para solucionar mi problema, me decepcionas... aunque esto te parezca extraño. ¡Escúchame!... Es todo lo que te pido, no hables, no hagas nada, sólo escúchame.
Quizá es por eso que hablar con Dios nos consuela tanto. Porque Dios no habla, no da consejos... Dios sólo escucha y permite que yo encuentre la solución por mí mismo.
Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Recuerda: Dios nos dio dos oídos y una boca: para que escuchemos el doble de lo que hablamos.