COLEGIO DE BACHILLERES “PLANTEL 13” Xochimilco – Tepepan NOMBRE: Molina Delgado Adriana GRUPO: 208 MATERIA: Tecnologías de la Información y Comunicación 2 PROFESORA: Gabriela Pichardo

HOLA!!! Mi nombre es yamasaki akemi en estos momentos me encuentro cursando el tercer año de secundaria, soy la hija mas pequeña de cuatro hijas, mis padres Shiro y Amaya yamasaki, uno de los principales y mas importantes clanes de todo el estado de Tokio y para mi suerte la heredera a el, una persona de excelencia académica, un día común y corriente me sucedió algo muy impresionante algo que cambiaria totalmente mi vida de hoy en adelante y que al mismo tiempo cambiaria el destino de mis padres y de todo el clan. Exactamente el día 24 de agosto el día que entre al tercer grado me encontré como cualquier otra persona a muchas personas distintas a mi, de mis amigos del año pasado solo una le había tocado conmigo y a mi fortuna era una de mis mejores amigas, pero tenia que socializar y para ello le comencé a hablar a algunos chicos que se sentaban detrás de nosotras.

Ellos pertenecían a una llamada tribu urbana los otakus no sabia exactamente lo que eran eso si lo único que sabia de ellos era que su afición por el anime era impresionante, les gustaba un tipo de música un poco extraña, hasta que descubrí que las cosas que ami me gustaban también eran similares a las de ellos, pensé que si me integraba a su tribu cambiaria totalmente mi vida, la vida que mis padres tenían controlada y que ni yo su propia dueña podía controlar y que aun mas podía tener mas y nuevos amigos, pero a Akari mi amiga del alma no le parecia mi decisión tan repentina que había tomado me dijo que pensara mejor las cosas y que no me apresurara a esta decisión pero yo ya la había tomado y no iba a cambiar. Ellos me apoyaron que todo iba salir bien, al llegar a casa me dio algo de miedo contárselo a mis padres ya que había escuchado una de sus tantas charlas decir que ellos no aceptarían a una hija

extraña ya que esta deshonraría a toda la familia, corrí y me escondí en mi cuarto hasta la hora de la comida y como era de esperar mi madre había notado mi cambio de actitud el cual no era el de siempre. No me quedo mas de otra que decírselo pero sin que mi padre lo escuchara para que no se enterara, ella se puso muy feliz pero dijo que seria mejor que por un tiempo lo escondiera hasta que llegara el momento indicado para decírselo a mi padre. Al día siguiente los rumores que yo me había convertido en uno de los otakus se esparció por todo el grupo no se sabia quien lo había dicho ni echo, al entrar al salón de clases todos se quedaron callados y me comenzaron a ver no sabia que hacer estaba llena de pánico hasta que mi amiga Akari se acerco y me contó, yo asustada Salí llorando del salón,

ella me siguió hasta donde yo me encontraba me abrazo y me dijo que todo estaría bien que no me preocupara de nada me dijo que ella ya había entendido mi decisión y que me iba a apoyar así si juntas nos tendríamos que enfrentar a todo Tokio que no importaba que yo seguiría siendo su mejor amiga, poco tiempo después toda la escuela ya sabia la nueva noticia que “la pequeña hija de los Yamasaki se había convertido en una mas de los otakus” eso no me preocupaba lo que mas me preocupaba era que mi padre se enterara eso realmente me asustaba. Como lo sospechaba el rumor llego a manos de mi padre cuando llegue de la escuela le decía a mi madre que si ella sabia algo y que realmente su pequeña hija su orgullo lo había totalmente decepcionado me dio tanto pánico que escape de casa corrí y corrí hasta que mis piernas se habían cansado no podía mas ya era noche no tenia donde pasar la noche y hacia frío lo único que me quedaba era dormir en la calle

Ya llevaba así mas de cuatro días sin comer, sin ir a la escuela y sin llamar a mis padres, ellos estaban muy preocupados mi padre se echaba la culpa de que yo me hubiese ido de casa, mis padres habían puesto en todo el estado fotos mías por si alguien me había visto me llevara con ellos y les darían una fuerte suma de dinero, muchas personas les habían dado falsas esperanzas para obtener el dinero ellos ya lo daban todo por perdido, decían que no me iban a encontrar, hasta que un amigo de la tribu a la que me había unido me reconoció, me llevo a su casa, me alimento y me presto ropa de su hermana, me explico todo lo que mis padres habían echo por mi, me pidió que regresara a casa que a lo mejor explicándole las cosas a papa todo iba ser muy diferente. Yo le conteste que si siempre y cuando el me acompañara el accedió totalmente.

Al ver a mis padres y ellos a mi, nuestros ojos se iluminaron ellos corrieron a abrazarme y yo sonreí y después solté el llanto, estaba tan emocionada de verlos de nuevo, mi padre me pidió disculpas no sabia lo que había dicho, me dijo que si quería pertenecer a ellos era mi decisión y que ellos me iban a apoyar como familia que éramos y que no importaba lo que digiera la demás gente que yo siempre iba a ser su pequeña hija, el orgullo del clan, me di cuenta que todo lo que me había pasado era una señal de que me tenia que unir a ellos no por popularidad o por solo socializar si no bien solo para identificarme con ellos para poco tiempo después darle paso a un nuevo destino con mis nuevos amigos los de la tribu urbana la de los “otakus”

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