de los tantos que suelen quedar en los tinteros. Me debía un poema, de los tantos que suelen quedar en los tinteros. Los versos que extraviaron su turno a ser recuerdo. Tal vez fue este el primero, que quedó en la memoria porfiando como el árbol que sangra en todo lápiz, en su ataúd cuaderno.
Quisiera escribir las frases que halagaran tu sentir que fueran rosa y jazmín que perfumaran tu encanto las que llorasen tu llanto y sonrieran tus reír. Más, lograr eso no puedo porque lo que ahora yo siento es tan solo un sentimiento que en anhelo se traduce y la pluma sólo luce la hermosura de un: te quiero Ergasto (a AMG entre el 68 y 70) Y ella no lo supo entonces, ni se si acaso ahora Ya que todo intento de beberse un recuerdo ofrece en vez de lluvia: implacables desiertos.
Poemas para leer con la luz apagada Audio: Ernesto Cortázr – Dancing Waves Arte s/imágenes web d/a
Papeles al viento Y se quedan ahí, Juan Panadero que vuelan solitarios sin encontrar un niño que ría a desparramos. que juegue a mensajeros, Sus destinos de siembras parecen condenarlos a dejar las semillas y dormirse en el surco que esperaba el regalo. Cada quién suele amar como puede, o le dejan, como esfuerce o entone. En porfía o en dosis que la vida, el destino, el buen dios o el demonio, proporción le brindara. Luego queda –eso dicen- sólo la esperanza si el eterno retorno no es un mito y te abraza y cubres con la niebla los fantasmas del karma y encuentras el camino que un buen día olvidaras y otra vez, sin saber qué o quién la semilla te trepas en el viento y pasas por el surco que también te buscaba. Ergasto 4-2015
FIN Ergasto-Art