21 de Junio de 2015 Domingo 12 del Tiempo Ordinario Ciclo B Música: Plegaria hebrea Lago de Galilea

Pinchar para ver el lago en vídeo: Las fotos del Lago de Galilea hoy acompañan tanto la lectura de Job como la del evangelio

JESÚS es más FUERTE que las TEMPESTADES humanas 1a lectura: La lectura de Job nos habla del poder de Dios sobre la naturaleza Salmo 106: Explica cómo Dios ayuda a los que le suplican 2a lectura: La 2a carta a los de Corinto nos habla de la “nueva creación” realizada por Jesús, que nos concede tener unas miras que van más allá de lo material (la carne) Evangelio: En el milagro de la tempestad calmada, S. Marcos pone el acento en la “autoridad” de Jesús, cuando los discípulos se preguntan “¿quién es este que hasta el mar le obedece?” Ya sabemos que Marcos quiere que nos demos cuenta que Jesús es Dios.

Jb 38, El Señor habló a Job desde la tormenta y le dijo: ¿Quién encerró el mar con doble puerta, cuando del seno materno salía borbotando; cuando le puse una nube por vestido y del nubarrón hice sus pañales; cuando le tracé sus linderos y coloqué puertas y cerrojos? «¡Llegarás hasta aquí, no más allá - le dije -, aquí se romperá el orgullo de tus olas!» Dios se manifiesta en la tempestad

El salmo 106 dentro del grupo central ( ) es un salmo importante porque hace evidente la ayuda de Dios en las circunstancias más diversas: en el desierto, en las cárceles... y, sobre todo, navegando en el mar (versículos de hoy). -El orante se identifica con los que navegan mar adentro, y se encuentran con un temporal que les trastorna. -Pero en sus penas ruegan a Dios, y Él les escucha. -Que glorifiquen, agradecidos, a Dios, por los prodigios que hace en su favor. -Agradezcamos, como ellos, los prodigios que vemos, y los que no vemos de tan acostumbrados como estamos a ellos.

Salmo 106 Demos gracias al Señor por sus bondades Los que la mar surcaban con sus naves, por las aguas inmensas negociando, el poder del Señor y sus prodigios en medio del abismo contemplaron.

Habló el Señor, y un viento huracanado las olas encrespó; al cielo y al abismo eran lanzados, sobrecogidos de terror. Demos gracias al Señor por sus bondades

Clamaron al Señor en tal apuro y él los libró de sus congojas. Cambió la tempestad en suave brisa y apaciguó las olas Demos gracias al Señor por sus bondades

Se alegraron al ver la mar tranquila y el Señor los llevó al puerto anhelado. Den gracias al Señor por los prodigios que su amor por el hombre ha realizado. Demos gracias al Señor por sus bondades

2Co 5,14-17 Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo. El amor que Cristo nos tiene nos obliga

Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.

Mc 4,35-41 Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla del lago.» Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas. De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado en un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿No te importa que nos hundamos?" El se despertó, reprendió al viento y dijo al mar "¡Cállate, enmudece!". Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aun no tienen fe?" Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Lago de Galilea

Y tú, Señor, ¡no me niegues tu ternura! ¡Que siempre me protejan tu amor y tu verdad! Salmo 39,12