ARTURO GOMEZ Y ANTONIO UREÑA

Una mañana, tres pequeños magos se despertaron con unas ganas tremendas de conocer a un artista de la pintura. Una mañana, tres pequeños magos se despertaron con unas ganas tremendas de conocer a un artista de la pintura. El mayor se llamaba Lucas, el mediano Joaquín y el pequeño Pablito, todos de apellido Gómez Torres. El mayor se llamaba Lucas, el mediano Joaquín y el pequeño Pablito, todos de apellido Gómez Torres. Al grande le gustaba viajar, el mediano era un gran deportista y el pequeño Pablito siempre hacía de las suyas.

Los tres tenían algo en común, les gustaba la pintura y sobre todo el IMPRESIONISMO. Pequeñas pinceladas Reflejos de luz Y como sabían que Francia era donde el impresionismo se creó, querían viajar hacia allí.

No se daban cuenta que tenían que pasar por un bache, sus padres. No se daban cuenta que tenían que pasar por un bache, sus padres. Tendrían que viajar en el tiempo, al siglo XIX Tendrían que viajar en el tiempo, al siglo XIX a Francia. ¡Sin que sus padres les pillaran! Pero tuvieron una idea: petrificar a sus padres. Una idea de Pablito el “travieso”. Pero tuvieron una idea: petrificar a sus padres. Una idea de Pablito el “travieso”. Lucas, como era el más listo, sacó su varita Lucas, como era el más listo, sacó su varita del zapato y pronunció las palabras mágicas en el comedor, donde sus padres leían con tranquilidad. ”Transportum Francium”,pronunciaba Lucas, agarrado de las manos con sus hermanos. ”Transportum Francium”,pronunciaba Lucas, agarrado de las manos con sus hermanos.

Se transportaron con mucha facilidad a la casa del pintor Monet. Se transportaron con mucha facilidad a la casa del pintor Monet. Él les invitó a quedarse unos días y conocer así de cerca su pintura. Él les invitó a quedarse unos días y conocer así de cerca su pintura. Disfrutaban mucho viéndole pintar Disfrutaban mucho viéndole pintar

Ya entrada la madrugada, Pablito se levantó a hacer pis, y, de repente, se le escapó hacia la derecha, justo donde estaba el cuadro (Monet lo guardaba ahí para Ya entrada la madrugada, Pablito se levantó a hacer pis, y, de repente, se le escapó hacia la derecha, justo donde estaba el cuadro (Monet lo guardaba ahí para que no se lo robaran, aunque parezca una tontería). que no se lo robaran, aunque parezca una tontería). Cuando se hizo de día, Monet se despertó y divisó el gran desastre, pero Monet era muy bueno, y no se inmutó, recogió el cuadro y con la fregona limpió la pintura del suelo del baño.

Pablito empezó a suplicar que lo sentía mucho y aunque no pareciera normal, ¡Monet lo entendió! Dijo que no pasaba nada y que volvería a pintar el cuadro de nuevo. Además estaba muy contento por lo que se había reído con el despiste de Pablito. Y aquí acaba la historia de tres divertidos magos y un despiste del menor.