La nueva evangelización de la familia desde la escuela Claves agustinianas en la Exhortación "Evangelii Gaudium"

EVANGELIZAR Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad; trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos. (Evangelii Nuntiandi 18)

La Iglesia del papa Francisco Una Iglesia “en salida”. Fiel al modelo del Maestro, es vital que hoy la Iglesia salga a anunciar el Evangelio a todos, en todos los lugares, en todas las ocasiones, sin demoras, sin asco y sin miedo. La alegría del Evangelio es para todo el pueblo, no puede excluir a Nadie (EG 23) Un hospital de campaña tras una batalla “La Iglesia entendida como la totalidad del Pueblo de Dios que evangeliza” (EG 17)

Nueva Evangelización No quiere decir: volver a tiempos de cristiandad (imposición) Sino adaptar nuestro mensaje para que lo entienda el hombre secular… Nueva en: “su ardor, en sus métodos y en su expresión” (Juan Pablo II) ¿Cómo hacerla hoy? Con el testimonio personal (evangelizadores que oran y trabajan (EG 262) Con el testimonio comunitario. Con la palabra Transformando la sociedad

Misión según el Papa Francisco Pasión por Jesucristo y por la gente “Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás” (EG 273). “También la propia familia o el propio lugar de trabajo puede ser ese ambiente árido donde hay que conservar la fe y tratar de irradiarla” (EG 86)

Educar evangelizando o educación con apellidos No hay educación neutra: “Si no es el educador el que ofrece el modelo racionalmente adecuado, el niño no crecerá sin modelos sino que se identificará con los que le propone la televisión, la malicia popular o la brutalidad callejera, por lo común exaltados desde el lujo depredador o la mera fuerza bruta” (Savater) Nombre: Escuela Apellidos: - Católica y - Agustiniana

Identidad de la ESCUELA CATÓLICA “En virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el sentido de los valores, prepara a la vida profesional, fomenta el trato amistoso entre los alumnos de diversa índole y condición… Al menos formalmente, al igual que toda escuela, la escuela católica pretende aquella enseñanza que haga posible el óptimo desarrollo del alumno, de sus capacidades intelectuales, sociales, afectivas, morales y religiosas” (Vaticano II, Gravissimum educationis, 18)

LA ESCUELA AGUSTINIANA Nuestros signos. LIBRO Y CORAZÓN Metas de la pedagogía agustiniana: “Enseñar a pensar y amar” Educar en la INTERIORIDAD, la VERDAD y la LIBERTAD RESPONSABLE para aprender a ser. Educar en la AMISTAD y La COMUNIDAD, la JUSTICIA y la SOLIDARIDAD, para aprender a amar y compartir

Misión compartida “EDUCAR JUNTOS EN LA ESCUELA CATÓLICA. MISIÓN COMPARTIDA DE PERSONAS CONSAGRADAS Y FIELES LAICOS” (CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA), 2007) “Otro pilar de la comunión abierta está constituido por la relación entre la escuela católica y las familias que la han elegido para la educación de sus hijos. Tal relación se configura como plena participación de los padres en la vida de la comunidad educativa, no sólo en razón de su primordial responsabilidad en la educación de los hijos, sino también en virtud del compartir la identidad y el proyecto que caracterizan la escuela católica y que ellos deben conocer y aprobar, con disponibilidad interior” (48).

La Iglesia española nos pide La conferencia Episcopal Española en el mismo año 2007 publicó La Escuela Católica, oferta de la Iglesia en España para la educación en el siglo XXI y nos dice: “La colaboración compartida para llevar a cabo el común proyecto educativo es considerada como un deber de conciencia para todos los miembros de la comunidad educativa, cada uno de los cuales la ejecuta según las funciones que le atañen”. “Los padres deben de conocer los fines y objetivos que el colegio pretende alcanzar en orden a la formación integral de sus hijos, los medios más adecuados para su logro, las concretas responsabilidades a las que están llamados a colaborar con el colegio y, sobre todo, es vital para la educación de los hijos la total sintonía de los padres con el proyecto educativo del colegio de sus hijos” (55)

¿moda o necesidad? -NECESIDAD y, además, URGENCIA Casa y escuela no son espacios separados o antagónicos, sino cooperadores. José Antonio Marina dice: “Para educar a un niño hace falta toda la tribu, para educar bien a un niño, hace falta una buena tribu”.

CLAVES AGUSTINIANAS DE EVANGELIZACIÓN EN LA EVANGELII GAUDIUM ¿Se pueden encontrar o hay que forzar los textos? - Se puede. Y, además, con cierta facilidad porque Agustín fue un activo agente de evangelización: Parte, como aconseja EG, de su experiencia personal de haberse encontrado con Jesucristo que dio pleno sentido a su vida y esto es lo que quiere para todos sus feligreses: “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”. (EG 3). "¿Qué pretendo, qué anhelo, por qué hablo, por qué me siento aquí, por qué vivo? Hago todo esto con la sola intención de que vivamos juntos en Cristo. Esta es mi única ambición, mi honor, mi gozo, toda mi herencia y toda mi gloria. Si no me oís y yo sigo hablando, salvaré mi alma. Pero no quiero salvarme sin vosotros" (Serm 17, 2).

1. ANUNCIAR A JESUCRISTO… Con el anuncio de la Buena Noticia de parte de Dios, que es Jesucristo, comenzó la evangelización y así debe seguir siendo siempre: “Tú eres un jumento, pero transportas a Cristo. También él (Cristo) se acercó a la ciudad cabalgando sobre un pollino, y aquél era manso. ¿Acaso fue alabado aquel jumento? (...) El asnillo transportaba, pero el transportado era alabado por los que le antecedían y seguían” (en Ps 33, 2). “… quiero recordar ahora la tarea que nos apremia en cualquier época y lugar, porque «no puede haber auténtica evangelización sin la proclamación explícita de que Jesús es el Señor», y sin que exista un «primado de la proclamación de Jesucristo en cualquier actividad de evangelización» (EG 110) ¿Llevamos a nuestros hijos o alumnos al encuentro con Jesucristo?

2. El evangelizador ideal. “Un Hombre de Dios” Lo ve san Agustín en san Ambrosio. Tras el cercano recibimiento que le hace, lo resume en estas palabras, “un hombre de Dios” cercano. a) Cercano “Todos tienen el derecho de re­cibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción » (EG 14). Aquel hombre de Dios me recibió paternalmente y, como obispo, se interesó mucho por mi viaje” (Conf 5, 23).

b) Transmisor de la experiencia de Dios San Agustín dice que también Fausto era simpático, pero sus palabras sonaban a huevo… En cambio de san Ambrosio dice: “Sus discursos suministraban celosamente a tu pueblo "la flor de tu trigo", "la alegría del óleo" y "la sobria embriaguez de tu vino" (Conf 5,23). La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son li­berados del pecado, de la tristeza, del vacío inte­rior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (EG 1). ¿Nos ven nuestros hijos y alumnos como alegres amigos de Dios?

3. Vocación y envío del evangelizador Nadie es evangelizador por cuenta propia. Sólo se anuncia el mensaje de la salvación, si nos sentimos enviados por Dios. Jesús eligió a los que quiso… no solamente a los buenos… “Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante sin declararse vencidos, y recor­dar lo que el Señor dijo a san Pablo: «Te bas­ta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad» (2 Co 12,9) (EG 85). Agustín lo tiene así de claro: ¿Acaso nos eligió el Señor porque éramos buenos? No eligió a quienes eran buenos, sino a quienes quiso hacer buenos (S 229F, 1).

¿Cómo hacerlo? Dice el evangelio que los llamó para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar… (Mc 3,14). La EG utiliza un bonito concepto: “discípulo misionero”: “En todo caso, allí estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de be­ber a los demás. A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero fue precisamente en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva” (EG 86). Así resume la actividad pastoral de S. Agustín Posidio: “Aquello cuya comprensión Dios le revelaba en la oración y en la meditación, él lo enseñaba a presentes y ausentes con su palabra y escritos” (Vida SA, 3, 2).

Respuesta: la Conversión Esto exige una actitud de conversión, de caminar sin desfallecer… “Espero que cada comunidad procure avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están… Cons­tituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión” (EG 25). “Nuestro camino (Jesucristo) busca él mismo a los caminantes. Hay tres clases de hombres que aborrece: el que se para, el que da marcha atrás y el que se sale de él. Que nuestro caminar se vea libre y protegido, con la ayuda de Dios, de estos tres tipos de mal. Cosa distinta es que, mientras somos caminantes, unos vayan más lentos y otros más veloces; lo que importa es que unos y otros caminen”. (Serm.306B,1) ¿Colegio y familia, caminamos o estamos parados…?

4. Dificultades y fracaso del evangelizador El cansancio y la desilusión o el … “CARISMA A MEDIAS”…. Ya les pasó a los discípulos de Emaús y al diácono Deogracias, que consulta a san Agustín, porque tiene dificultades en sus catequesis, no tiene éxito y cansa a los oyentes “La tristeza seca el alma y quita a las palabras su frescura... No puede menos de salir lánguida y sin gracia la educación fraguada en un corazón triste” (Cat Rud 7, 11) Solución agustiniana: Enseñar, educar y evangelizar con amor y alegría. “Ojalá el mundo actual… reciba la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a tra­vés de ministros del Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo” (EG 10).

La Cruz en el medio… La cruz es la gran escuela del evangelizador, pero es dura… molesta siempre… A los discípulos de Emaús les venció… La cruz … “Nos proporcionó el navío que sirve para atravesar el mar. Nadie puede pasar el mar de este siglo si no le lleva la cruz de Cristo. Muchos, aún enfermos de los ojos, se abrazan a la cruz. E incluso quien no ve la lejanía a donde se dirige, no deje la cruz. Ella lo llevará" (In Ioan. 2,2) “El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria, que se lleva con una ternura combativa ante los embates del mal” (EG 85).

5. Aunciadores y testigos del kerigma ¿Qué debemos hacer hoy?... Lo que hicieron los primeros evangelizadores, lo que hizo Agustín: Testimoniar que Jesucristo, el crucificado, está vivo… a) Anuncio de palabra… “En la boca del catequista vuelve a resonar siempre el primer anuncio: «Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para libe­rarte»” (EG 164) “Vais a despreciar las últimas palabras del Señor antes de subir al cielo? Supongamos que nuestro Señor dejó un testamento escrito y que en ese testamento están sus últimas palabras (…) Examinadlo, os lo suplico; que os conmueva a vosotros como me conmueve a mí; que os conmueva, a ser posible” (S 265, 7)

b) Con el testimonio compartido “También en esta época la gente prefiere escuchar a los testigos: «tiene sed de autenticidad […] Exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos conocen y tratan familiarmen­te como si lo estuvieran viendo»” (EG 150). “Cuando una oveja, aunque sea de las fuertes, ve frecuentemente a su superior que vive mal, que aparta los ojos de las normas del Señor y mira al hombre, comienza a decir en su corazón: «Si mi superior vive de esta forma, ¿quién soy yo para no hacer lo que él hace?» Da muerte a la oveja robusta”. (S. 46, 9)

c) Con la fuerza del Espíritu y el pan de los fuertes “Jesús el Señor quiso que lo reconocieran en la fracción del pan aquellos que tenían los ojos enturbiados, que les impedían reconocerlo. (…) conocen a Cristo en la fracción del pan. No cualquier pan se convierte en el cuerpo de Cristo, sino el que recibe la bendición de Cristo. Allí lo reconocieron ellos, se llenaron de gozo, y marcharon al encuentro de los otros; los encontraron conociendo ya la noticia” (S. 234, 2). “La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles” (EG 47). ¿Responde nuestra vida a nuestros discursos educativos?

Dos palabras finales del Papa Francisco A una comunidad educativa: “Sois todos educadores: en este ámbito no se delega. Es fundamental la colaboración en espíritu de unidad entre los diversos integrantes de la comunidad educativa…Un colegio puede y debe hacer de catalizador, de lugar de encuentro y de convergencia de toda la comunidad educativa con el único objetivo de formar, de ayudar a crecer como personas maduras, sencillas, competentes y honestas que sepan amar con fidelidad y vivir la vida como respuesta a la vocación de Dios y la profesión de mañana como servicio a la sociedad” A un grupo de catequistas: “Gracias por vuestro trabajo… Es un servicio precioso para la nueva evangelización…, y es importante que los padres sean los primeros catequistas, los primeros educadores en la fe en la propia familia con el testimonio y con la palabra”.

Y UNA DE SAN AGUSTÍN “Atended a vuestra misión de padres. Cuidad especialmente de vuestros hijos como hijos de Dios, pues a ello os comprometisteis con el bautismo. Y no os preocupe demasiado el que, a veces, desoigan vuestros consejos y hasta vuestra severidad. Vosotros haced vuestra parte: Dios les pedirá a ellos la suya” (Salm 50,24) ORACIÓN: “Padre, regala a todas las familias la presencia de esposos fuertes y sabios, que sean manantial de una familia libre y unida. Padre, da a los padres una casa para vivir en paz con su familia”