Miguel-A. ¡Madre! 157 seg. (M. Escobar)
Los chistes sobre las "madres judías", también conocidas como "yidische mame”, son infinitos. Nadie como ellas para controlar todo lo que ocurre en la familia. Un muchacho llega a la casa de su "yidische mame”, y, excitadísimo, le dice: - ¡Mamá, mamá! ¡Estoy enamorado! ¡Conocí a la mujer de mi vida! ¡Y me voy a casar con ella!.
Pero, conociendo a su madre, le avisa: - Mamá, la cuestión es que, para que no te formes un preconcepto de la chica, la voy a invitar junto a dos amigas... después que conozcas a las tres, te diré con cuál de ellas voy a casarme. - ¡Claro, hijo! ¡No confías en tu madre...! -y sigue la letanía habitual de las quejas maternas.
Lo cierto es que el muchacho, al día siguiente, llega con las tres damas a la casa de su madre para tomar el té. Las tres son igualmente de bellas y simpáticas, y todas conversan animadamente con la madre en el living.
Cuando las tres chicas se retiran, el muchacho le dice a su madre: - Y bien, mamá, ¿adivina con cuál de las tres voy a casarme?.
- ¡Sí, hijo. -contesta la madre- - ¡Sí, hijo! -contesta la madre-. Vas a casarte con la más alta de las tres... la morena... la que estaba en medio... la del vestido rojo. - ¡No puede ser! ¡En efecto, mamá! ¿Voy a casarme con ella! ¿Cómo lo has adivinado?. - ¡Sencillo, hijo! ¡Es la única de las tres que no me ha gustado!.