TIMOS EMOCIONALES
Seguro que has recibido muchas veces presentaciones en Power Point con vistas preciosas y textos sublimes que te hicieron pensar… ¡Y enseguida lo guardaste en tu PC como un tesoro! ¡Bien! Más aún: lo reenviaste selectivamente a las personas que sabes que les gustaría.
..Entre esos cientos (¡quizás miles!) de envíos también se hallan aquellos que yo llamo “Timos Emocionales”
Son aquellos que te prometen fáciles “bendiciones” por el simple hecho de reenviarlos a otras personas… Son aquellos que te aseguran que “fulanito” vio cumplidos sus deseos porque, efectivamente, lo había enviado. Son aquellos que te oprimen el corazón contándote que “menganito”, por el contrario, sufrió no sé qué cosa por NO haberlos enviado en su momento,
Son aquellos que te chantajean emocionalmente marcándote la agenda de envíos porque si no lo haces es que no aprecias a quien te lo envía, o eres un egoísta, o un orgulloso, o tienes carencias emotivas, etc. Son aquellos que te presentan dos proposiciones sobre las cuales TIENES que definirte, pero ya se han encargado ellos de dirigirte emocionalmente sobre CUÁL debes elegir,
¿QUÉ HACER CON ESTA CLASE DE PRESENTACIONES?
Aparca tus emociones: no dejes que secuestren tu claridad mental
Evita la sensiblería: usa tu razón como el soporte más precioso de tu individualidad
Descubre los sofismas: dos proposiciones enfrentadas pueden ser ambas falsas, pero no verdaderas
Huye de las supersticiones: éstas son cadenas irracionales que esclavizan al ser humano
Sé tú mismo: tomas tus propias decisiones cuándo, dónde y como tú desees
Sé agradecido pero independiente: muestra que tu aprecio y respeto no depende de ningún capricho ajeno.
Y por último...
¡Tú no tienes obligación de enviar esta presentación a nadie, pero eres libre de hacerlo!
Tú no vas a recibir ninguna bendición especial por enviarla,
Tampoco te va a ocurrir nada malo si la envías a la “Papelera”,
Tú seguirás siendo mi amigo aunque nunca me digas nada sobre esta presentación,
Y porque te aprecio y te respeto, nunca manipularé tu voluntad....
¡Eres libre! Emilio Lospitao