Capítulo Dos Adán y Eva Ilustraciones: Miwako Onishi Texto: Kaoru Ogasawara Traducción a Español: Yukinobu Horimoto Traducción de Japonés a Español: Yukinobu Horimoto Supervisión de Español: Jesús González y Teresa Chaves de González

El jardín del Edén era un lugar maravilloso. Había muchos árboles hermosos que daban deliciosos frutos. Adán y Eva siempre pudieron sentir el amor de Dios.

El Arcángel era el maestro de Adán y Eva El Arcángel era el maestro de Adán y Eva. Ellos crecían y aumentaban sus conocimientos. 3

En medio del jardín del Edén se encontraba el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios les dió un mandamiento: “No comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.”

Pero, el arcángel que se transformó en serpiente, dijo a Eva: “ ¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal?.... Pero en realidad, pueden comer el fruto de ese árbol.”

Pero, la palabra del arcángel fue una mentira. El arcángel comenzó a sentir envidia de Adán y Eva, porque Dios les amaba.

Eva vio que el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal era muy hermoso y maravilloso. Eva pensó: “quizás no haga daño”. Entonces, Eva comió del fruto. 7

desapareció el amor y el cariño de Dios que rodeaba a Eva. Cuando comió del fruto, desapareció el amor y el cariño de Dios que rodeaba a Eva. ¿Qué vamos a hacer? Traicioné a Dios, que Adán no sepa nada de esto, pues se encuentra jugando en el jardín.

Eva se encontraba con miedo y angustiada. No me quiero sentir angustiada sola. Quiero que Adán sienta lo mismo. Entonces, Eva dio de comer a Adán y él comió.

Entonces, los dos se cubrieron sus partes privadas. Los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos y sintieron vergüenza. El fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal era el fruto del amor. Entonces, los dos se cubrieron sus partes privadas.

Los dos oyeron las pisadas de Dios que se estaba acercando. Por eso, se escondieron de Dios entre los árboles del jardín. Dios dijo a Adán y Eva: “¿por qué se esconden? ¿por qué violaron el mandamiento?”

Adán y Eva no pudieron seguir viviendo en el Jardín de Edén. ¡Que tristeza causó esto a Dios!

Desde entonces, Adán y Eva vivieron en un lugar deshabitado. Ellos no pudieron regresar al Jardín del Edén, al que recuerdan con nostalgia.