Himno #203 Hoy llega a mis oídos Himno #203 Hoy llega a mis oídos

1 Hoy llega a mis oídos muy tierna invitación, promesa y cumplimiento que alegra el corazón. Jesús con voz amante me llama hoy así: “Esclavo de pecado, no tardes, ven a mí”. 1 Hoy llega a mis oídos muy tierna invitación, promesa y cumplimiento que alegra el corazón. Jesús con voz amante me llama hoy así: “Esclavo de pecado, no tardes, ven a mí”.

Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí!

2 ¿Por qué vivir tan lejos de nuestro buen Jesús y andar en las tinieblas pudiendo andar en luz? De vida sin provecho, de culpa y aflicción salgamos a la senda de eterna salvación. 2 ¿Por qué vivir tan lejos de nuestro buen Jesús y andar en las tinieblas pudiendo andar en luz? De vida sin provecho, de culpa y aflicción salgamos a la senda de eterna salvación.

Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí!

3 En tiempos de amargura, desánimo y dolor, o cuando nos persiga cruel el tentador, Jesús con voz benigna atráenos a sí y disipando el miedo susurra: “Ven a mí”. 3 En tiempos de amargura, desánimo y dolor, o cuando nos persiga cruel el tentador, Jesús con voz benigna atráenos a sí y disipando el miedo susurra: “Ven a mí”.

Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí!

4 En todo y para siempre oigamos al Señor hallando grato alivio en su profundo amor. Así conoceremos el gozo y la virtud que infunde en el creyente el “Ven” del buen Jesús. 4 En todo y para siempre oigamos al Señor hallando grato alivio en su profundo amor. Así conoceremos el gozo y la virtud que infunde en el creyente el “Ven” del buen Jesús.

Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! Coro ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! ¡Ven, oh ven a mí! Triste y cargado, ¡ven, oh ven a mí!