El corazón pesa entre 7 y 15 onzas (200 a 425 gramos) y es un poco más grande que una mano cerrada. Al final de una vida larga, el corazón de una persona puede haber latido (es decir, haberse dilatado y contraído) más de millones de veces. Cada día, el corazón medio late veces, bombeando aproximadamente galones (7.571 litros) de sangre. El corazón se encuentra entre los pulmones en el centro del pecho, detrás y levemente a la izquierda del esternón. Una membrana de dos capas, denominada «pericardio» envuelve el corazón como una bolsa. La capa externa del pericardio rodea el nacimiento de los principales vasos sanguíneos del corazón y está unida a la espina dorsal, al diafragma y a otras partes del cuerpo por medio de ligamentos. La capa interna del pericardio está unida al músculo cardíaco. Una capa de líquido separa las dos capas de la membrana, permitiendo que el corazón se mueva al latir a la vez que permanece unido al cuerpo. De este corazón no les voy a hablar. A ese hay que cuidarlo mucho. Pero del que les voy a hablar lo tenemos que conquistar

La devoción al corazón de Jesús está centrado en le amor de Jesús y el amor de nosotros para los otros. Es decir, que sin amor no se puede buscar al Corazón de Jesús. Dios nos amó y nos amará, pero la humanidad rechaza ese amor. De ahí, que los santos sentían ese dolor de ignorancia y desprecio. El mismo Jesús reveló esa verdad a Santa Margarita María Alacoque, ante la que se quejó de ello amargamente. ( ), una humilde monja visitandina del monasterio de Paray-le-Monial, para revelarle los deseos de su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la devoción. Jesús le dijo: "Mira el Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud, de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud". Y le pidió que se celebrase una fiesta de desagravio el viernes después de la octava de Corpus Christi La devoción al corazón de Jesús está centrado en le amor de Jesús y el amor de nosotros para los otros. Es decir, que sin amor no se puede buscar al Corazón de Jesús. Dios nos amó y nos amará, pero la humanidad rechaza ese amor. De ahí, que los santos sentían ese dolor de ignorancia y desprecio. El mismo Jesús reveló esa verdad a Santa Margarita María Alacoque, ante la que se quejó de ello amargamente. ( ), una humilde monja visitandina del monasterio de Paray-le-Monial, para revelarle los deseos de su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la devoción. Jesús le dijo: "Mira el Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud, de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud". Y le pidió que se celebrase una fiesta de desagravio el viernes después de la octava de Corpus Christi, Es más que una simple devoción. Es unirse a Jesús en la necesidad que tiene toda la humanidad. El amor del cual no es amado nuestro Señor. De ahí las promesas hechas a todo buen devoto: 1.Les daré las gracias necesarias para su estado. 2. Daré la paz a las familias. 3.Las consolaré en todas sus aflicciones. 4.Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte

S.S. León XIII recomienda la práctica de la devoción al Sagrado Corazón. Pío XI, en su encíclica "Miserentissimus Redemptor", del 8 mayo de Pio XII, "Haurietis Aquas", del 15 de mayo de Esta última contiene una exposición integral del culto y la devoción al Sagrado Corazón El Concilio Vaticano II, , hace referencia al Corazón de Cristo. El Papa Juan Pablo II incluyó el tema como parte del Catecismo de la Iglesia Católica, en El Papa Benedicto XVI inspira a todos a seguir su devoción. 5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas. 6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia. 7. Las almas tibias se harán fervorosas Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección. 8. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada. 9. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos. 10. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él. 11. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Día 1: DIVINO CORAZÓN DE JESÚS. Día 2: DIOS ME AMA Día 2: DIOS ME AMA Día 3: CONFIANZA EN EL CORAZÓN DE CRISTO. Día 4: LA ORACIÓN. Día 5: LA VIDA, UN REGALO PARA AMAR. Día 6: HUMILDES Y SENCILLOS DE CORAZÓN. Día 7: EL CORAZÓN DE JESÚS EN TU CORAZÓN. Día 8: POR MARÍA AL CORAZÓN DE JESÚS. Día 9: EL SANTÍSIMO SACRAMENTO. LETANÍAS Corazón de Jesús, bondad y amor infinitos. Ruega por nosotros. Corazón de Jesús, fortaleza de los que sufren. Corazón de Jesús, consuelo de los afligidos. Corazón de Jesús, digno de toda alabanza. Corazón de Jesús, salvación de los que en tí esperan. Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia. Corazón de Jesús, fuente de vida Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia. Corazón de Jesús, fuente de vida. ORACIÓN Corazón de Jesús, llena nuestro mundo de tu amor Tú que, a pesar de las debilidades y egoísmos de los hombres, haces comprender que se ensancha tu Corazón, cuando ves crecer la Civilización del Amor. Haz de nosotros almas generosas que se entreguen por entero a tu proyecto de salvación sobre la humanidad. Sagrado Corazón de Jesús en ti confío. Amén.

Desde mi experiencia, como sacerdote y devoto al Corazón de Jesús, dentro de la Santa Misa, he podio observar que desde que comencé la realización de los Primeros Viernes, como ofrecimiento y sacrificio a Dios, en el Corazón de Jesús Dios ha actuando para cambiar las actitudes negativas y los hábitos que nos hacen caminar por caminos contrarios a la voluntad de Dios. El Corazón de Jesús le va dando a sus devotos un amor extraordinario a la celebración de la santa Misa. Bien preparada, bien celebrada y bien vivida. De ahí que la oración le lleve a leer con atención la palabra de Dios y aplicarla en cada uno y luego ponerla al servicio de la comunidad. El culto público al Corazón de Jesús fue autorizado por Clemente XIII en 1765 quien la hizo fiesta litúrgica con misa y oficios propios. El tema que ronda en torno a la Palabra de Dios es el amor de Cristo que se presenta como Buen Pastor. Por eso la Iglesia la denomina solemnidad, de las cuales sólo hay 14 en el calendario universal. Este año fue de mucho significado, pues al celebrar el Año de la Eucaristía, se mantuvo la adoración y centro de la vida cristiana, además, de sentir el día de Cristo Rey como una consagración al Corazón de Jesús. Más que una simple práctica, es una forma muy bella de honrar a Jesús en ese amor que nos ha tenido y nos tendrá. Todo para gloria y honor de Dios que lo puede y lo da todo. Padre Marcelo Rivas Sánchez