“La felicidad” 138 seg. (Lolita Flores) Miguel-A.

“Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. (Calderón de la Barca).

Todos convenimos al identificar la felicidad con un grado de satisfacción en la vida. Lo difícil sería unificar criterios respecto a las causas que provocan felicidad. Ahí, nos metemos en terrenos personales, donde entrarían en juego las aspiraciones individuales y el conformismo de cada uno. Al menos en parte, un error muy corriente es vincular la felicidad con los sueños conseguidos. Es evidente que lograr una meta produce felicidad. No obstante, sería una felicidad momentánea... eclipsada pronto por otra meta a marcarse. Yo diría que la felicidad es un equilibrio entre deseos y realidad. Como enfermo degenerativo, es muy difícil conformarme con cuanto tengo, sin añorar lo que me falta. Pero, si fijara mi deseo en una salud imposible, no podría disfrutar de las pequeñas cosas de cada día.

Nos autoconvencemos de que la vida va a ser mejor después de......terminar la carrera de estudio... conseguir trabajo... enamorarnos... casarnos... comprar una vivienda... tener un hijo... tener otro hijo más, (la parejita)...

Y, luego, nos sentimos frustrados/as porque nuestros hijos no son aún mayores... y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños... después, nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar... y, entonces, pensamos que seremos más felices cuando salgan de la niñez y de la adolescencia.

Más tarde, nos decimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo/a le vaya mejor en la empresa de trabajo... cuando tengamos mejor coche... cuando podamos ir de vacaciones... cuando consigamos el ascenso... cuando nos jubilemos, y podamos descansar...

La verdad es que NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA MISMO. ¿Si no es ahora, cuándo?. La vida siempre estará llena de "luegos" y de retos. Es mejor admitirlo, y decidir ser felices "ahora". No hay un "luego", ni un camino para la felicidad... la felicidad es el camino... y ese camino es AHORA. ¡ATESORA CADA MOMENTO QUE VIVES!.

Así que deja de esperar hasta que No hay mejor momento que ahora PARA SER FELIZ. ¡LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO FINAL!.