Lección 26: Hagamos la diferencia Zacarías «Así habló Jehová́ de los ejércitos: Juzgad conforme a la verdad; haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano». —Zacarías

Propósito Esta lección nos permite ver que ejecutando la misericordia y la piedad evitaríamos la injusticia ante los menos afortunados. Enfáticamente nos declara que solamente así se demuestra la presencia y la voluntad de Dios en los adoradores.

Bosquejo de la lección I. Lo que Dios demanda del pueblo (Zac ). II. Conducta desordenada del pueblo (vv ). III. Acción de Dios ante la conducta del pueblo (vv ).

Vocabulario bíblico «TORBELLINO»: Es un viento tempestuoso que sopla dando vueltas. Expresa que la acción de Dios en el juicio del cautiverio fue una severa, que tenía que hacerse sentir en el pueblo. «DIAMANTE»: Se aplica a la condición del corazón del pueblo en el versículo 12. El diamante, aunque es el más brillante de todos los minerales, es a la misma vez el más duro. Se deja ver la dureza del corazón del pueblo. «OPRIMIR»: Esta palabra tiene varios sinónimos que definen la crisis que esta acción provoca en quienes sufren la opresión. Se ejerce la violencia sobre una persona de maneras.

Zacarías RVR 8 Recibió́ también Zacarías esta palabra de Jehová́: 9 «Así habló Jehová́ de los ejércitos: Juzgad conforme a la verdad; haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; 10 no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.» VP 8 El Señor se dirigió́ al profeta Zacarías, y le dijo: 9 «Esto es lo que yo ordeno: Sean ustedes rectos en sus juicios, y bondadosos y compasivos unos con otros. 10 No opriman a las viudas, ni a los huérfanos, ni a los extranjeros, ni a los pobres. No piensen en cómo hacerse daño unos a otros.»

Zacarías RVR 11 Pero no quisieron escuchar, sino que volvieron la espalda y se taparon los oídos para no oír; 12 endurecieron su corazón como diamante, para no oír la Ley ni las palabras que Jehová́ de los ejércitos enviaba por su espíritu, por medio de los primeros profetas. Por tanto, Jehová́ de los ejércitos se enojó mucho. VP 11 Pero el pueblo se negó́ a obedecer. Todos volvieron la espalda y se hicieron los sordos. 12 Endurecieron su corazón como el diamante, para no escuchar la enseñanza y los mandatos que el Señor todopoderoso comunicó por su espíritu, por medio de los antiguos profetas. Por eso el Señor se enojó mucho,

Zacarías RVR 13 «Y aconteció́ que, así como él clamó y no escucharon, también ellos clamaron y yo no escuché, dice Jehová́ de los ejércitos, 14 sino que los esparcí como con un torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuera ni viniera; pues convirtieron en desierto la tierra deseable». VP 13 y dijo: «Así como ellos no quisieron escucharme cuando yo los llamaba, tampoco yo los escucharé cuando ellos me invoquen. 14 Por eso los dispersé como por un torbellino entre todas esas naciones que ellos no conocían, y tras ellos quedó el país convertido en un desierto donde nadie podía vivir. ¡Un país tan hermoso, y ellos lo convirtieron en desolación!».

Resumen - 1 Los que honran a Dios se diferencian de los demás en su manera de actuar hacia sus hermanos entendiendo que por la ausencia de misericordia se activa el juicio divino. La lección nos ha dejado ver que ejecutando la misericordia y la piedad evitaríamos la injusticia ante los menos afortunados. Enfáticamente nos declara en el versículo 8 que solamente así se demuestra la presencia y la voluntad de Dios en los adoradores. Nos orienta al señalarnos cómo se asumen conductas indiferentes ante las demandas éticas de Dios destacando con imágenes que aluden a la espalda, oído y corazón la soberbia de los que no quieren obedecer la voz de Dios.

Resumen - 2 Como consecuencia de esto se provoca en Dios la acción de un juicio como retribución o pago a su mal proceder porque aun en su clamor, al enfrentar la ira de Dios, no mostraban sinceridad. Cuando se evidencia sinceridad en el arrepentimiento, Dios perdona, según lo enseñó Jesús en la parábola del hijo pródigo.

Oración Padre nuestro que estás en los cielos, deseo en mis actos hacia el prójimo demostrar que Tú estás en mi. Practicaré la piedad, misericordia y justicia especialmente con los menos afortunados. En el nombre de Jesús. Amén.