EL SAMURAI Y EL PESKADOR
AUSPICIA V.M. KELIUM ZEUS INDUSEUS V.M. SAMAEL JOHAV BATHOR WEOR
Durante la okupación Satsuma de Okinawa, un Samurai que le había prestado dinero a un peskador, hizo un viaje para kobrarlo a la provincia Itoman, donde vivía el peskador. No siéndole posible pagar, el pobre peskador huyó y trató de eskonderse del Samurai, que era famoso por su mal genio. El Samurai fue a su hogar y al no encontrarlo ahí, lo buskó por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta de que se estaba eskondiendo se iba enfureciendo. Finalmente, al atardecer, lo enkontró bajo un barranko que lo protegía de la vista. En su enojo, desenvainó su espada y le gritó: ¿“ké tienes para decirme"?.
El peskador replikó, "Antes de ke me mate, me gustaría decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad." El Samurai dijo, "Ingrato! Te presto dinero kuando lo necesitas y te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes de ke kambie de parecer."
"Lo siento", dijo el peskador. " Lo ke kería decir era esto: Akabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía y la primera cosa que he aprendido es el precepto: “Si alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano."
El Samurai kedó asombrado al oir esto de los labios de un simple peskador. Envainó su espada y dijo: "Bueno, tienes logika. Pero akuérdate de esto, volveré en un año a seguir de hoy, y será mejor ke tengas el dinero." Y se fue.
Había oskurecido cuando el Samurai llegó a su kasa y, como era kostumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, cuando se vio sorprendido por un haz de luz que provenía de su habitación, a través de la puerta entreabierta.
Agudizó su vista y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el kontorno impreciso de alguien que dormía a su lado. Muy sorprendido y explotando de ira se dio kuenta de que era un samurai!
Sakó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de la habitación. Levantó su espada preparándose para atakar a través de la puerta, kuando se acordó de las palabras del pescador: "Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano."
Volvió a la entrada y dijo en voz alta. "He vuelto". Su esposa se levantó, abriendo la puerta salió junto kon la madre del Samurai para saludarlo. La madre trajeada con ropas de él. Se había puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.
El año pasó rápidamente y el día del kobro llegó. El Samurai hizo nuevamente el largo viaje. El peskador lo estaba esperando. kuando vio al Samurai, este salió korriendo y le dijo: "He tenido un buen año. Akí está lo que le debo y además los intereses. No sé kómo darle las gracias!"
El Samurai puso su mano sobre el hombro del peskador y dijo: “kédate con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado."
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