¿Por qué tener un solo Dios? Éxodo 20.3
El Primer Mandamiento: No tengas otros dioses además de mí. Éxodo 20.3 Los Israelitas sólo debían adorar a un Dios, a Jehová. Sólo debían servir, confiar y ser fieles a Jehová.
La Historia de los Israelitas Los Israelitas se establecieron en Egipto por causa de la escasez de alimento. Los Israelitas recibieron tierras como regalo del Faraón porque este valoraba a José. Los Israelitas fueron tratados como esclavos cuando surgió otro Faraón.
La Revelación de Dios en su Ley Jehová habló, y dio a conocer todos estos mandamientos: Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí. Éxodo 20.1-3
¿Por qué tener un solo Dios? Porque el Señor Dios nos pertenece. Dios es el Esposo de Israel. Dios es el Padre de Israel. Porque el Señor Dios nos sacó de Egipto. Dios los liberó de los dioses de Egipto. Dios destruyó el poder de Egipto.
La importancia de Israel Ustedes son testigos de lo que hice con Egipto, y de que los he traído hacia mi como sobre alas de águila. Si ahora me son del todo obedientes y cumplen mi Pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece. Ustedes me serán un reino de sacerdotes y una nación santa. Éxodo 19:4-6
Consecuencias de la desobediencia Por su desobediencia Israel perdió la protección sobrenatural que Jehová les otorgaba. Por su desobediencia ellos perdieron la libertad y su identidad como nación. Por su desobediencia Jehová los entregó a los dioses que ellos querían y perdieron su vida.
¿Qué nos enseña Jesús? No se trata de evitar hacer algo malo que es adorar a otros dioses, sino en amar al verdadero Señor. Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor —contestó Jesús—. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Marcos12.29-30
¿Cuál es nuestro problema con este mandamiento? Nuestro problema no es no amar a Dios, nuestro problema es que nos preocupamos demasiado por nosotros mismos tanto que dejamos de confiar en Dios y empezamos a hacer lo que sea necesario para sobrevivir. Nuestro problema es que hacemos de nuestras necesidades naturales, las metas supremas de nuestras vidas lo cual hace que pongamos toda nuestra mente, nuestro corazón e incluso nuestra alma en alcanzar lo que necesitamos.
¿Por qué tener un solo Dios?