EL SEÑOR TE NECESITA
HISTORIA Inicia en un campo, donde estaba yo atado.
HISTORIA De lejos, vi venir a dos hombres que yo no conocía.
HISTORIA Y lo que me admiró fue que ¡hablaban de mí!
¿Yo? … ¿Para qué seré útil?
¿Por qué no mi mamá? Ella es la que tiene experiencia.
Platicó con los hombres. Y escuché: El Señor lo necesita. Y apareció mi patrón. Platicó con los hombres. Y escuché: El Señor lo necesita.
¿Me necesitan? ¿A mí? Pero, nadie me ha montado. ¿Cómo seré útil si no he sido entrenado?
Pero ... ¡me necesitan! Primera vez que escucho eso. Entonces … ¡iré con ellos!
Me esperaban varios hombres, pero uno en especial me llamó la atención. Y él vino a montarme. Y cuando se sentó sobre mí, ¡de inmediato supe qué hacer!
Al fin del día, cuando regresé con mi patrón, ya era diferente: ¡Había madurado! Estaba completamente capacitado para hacer mi trabajo, y lo logré sin que me lastimaran. ¿Saben por qué? Porque quien me montó es mi Creador. ¡Qué privilegio fue el mío!
Y, ¿saben? Los eventos de ese día, quedarán grabados en mi mente, para siempre.
DATOS DE LA HISTORIA Estaba atado. Tenía dueño, pero no tenía libertad. Ninguno lo había montado. No sabía qué hacer. Lo desataron. El Señor le conce-dió la libertad. Siguió a los discípulos. No abusó de su libertad.
DATOS DE LA HISTORIA Lo sorprendente. Lo impensable. Lo maravilloso. LLEVÓ AL SEÑOR A CUESTAS Fue capacitado para hacer un trabajo que jamás había hecho. ¿Dudas que el Señor pueda hacer esto contigo?
APLICACIÓN Como con el pollino: Dios te concede la libertad. Úsala para servir a Dios (Gá. 5:1). Dios te necesita. No pongas excusas (Éx. 4:10,11). Dios te hará útil. Y lo hará con mucho amor y con paciencia (Ef. 2:10).
EL SEÑOR TE NECESITA
¿QUÉ LE RESPONDERÁS? Mañana. No puedo hacer lo que me pides. Heme aquí, transfórmame y úsame.
EL SEÑOR TE NECESITA ¿Qué pide de ti? Sumisión a su voluntad.