Miguel-A. Humor: Chistes cortos

- Hija -le dice la madre-, ¡dicen las vecinas que te estás acostando con tu novio!. - ¡Ay, mami! La gente es muy chismosa. Una se acuesta con cualquiera, y ya andan diciendo que es el novio.

- ¡María, tu marido dice que se va a tirar por la ventana!. - ¡Dile al tarado ése, que le he puesto los cuernos, pero no alas!.

- Carmen, ¿estás enferma - Carmen, ¿estás enferma?. Te lo pregunto porque he visto salir a un médico de tu casa esta mañana. - Mira, Pepa, ayer por la mañana yo vi salir a un militar de la tuya, y no por eso, te he preguntado si estás en guerra, ¿verdad?.

- Dígame, ¿cuál es el motivo por el quiere divorciarse de su esposo?. - Mi marido me trata como si fuera un perro. - ¿Le maltrata... le pega?. - No, quiere que le sea fiel.

- ¡Viene la policía! -le grita un ladrón a otro en medio de un asalto. - ¿Y ahora qué hacemos?. - ¡Saltemos por la ventana!. - ¡Pero si estamos en el piso número 13!. - ¡Éste no es momento para supersticiones!.

- Señorita, ¿quiere otra copa - Señorita, ¿quiere otra copa?-pregunta un camarero a una muchacha en una fiesta. - No, gracias, el alcohol me hace daño a las piernas. - ¿Se le adormecen?. - No, ¡se me abren!.

Una joven rebelde, muy liberada, entra en un bar completamente desnuda Una joven rebelde, muy liberada, entra en un bar completamente desnuda. Se para frente al barman, y le dice: - Deme una cerveza bien fría. El camarero se queda mirándola, sin moverse. - ¿Qué pasa? -dice ella-. ¿Nunca ha visto a una mujer desnuda?. - ¡Muchas veces!. - ¿Y entonces qué mira?. - ¡Me pregunto de dónde va a sacar el dinero para pagar!.

Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta. El taxista grita, pierde el control del coche, y, para evitar el choque con un camión, se sube a la acera, y se mete en un escaparate, haciendo pedazos los cristales. - Mire amigo -dice el taxista-, ¡jamás haga eso otra vez! ¡Casi me mata del susto!. El pasajero pide disculpas, y dice: - ¡No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro!. - Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista -contesta el conductor. - ¿Y qué hacía antes?. - ¡He sido chofer de una carroza funeraria durante 25 años!.

Se encuentran dos chinos, y el uno le dice al otro: - El otlo día me comple un coche. - ¿Ah, sí?. - Sí, mila, es ése de ahí. - ¿Y qué malca es?. - Un Alfa. - ¿Lomeo?. - ¡Lo meas, y te lompo el alma, pelo cochino!.

- Mi amor -le dice el novio a la novia-, ¿pero tú no eres virgen?. - ¡Ni tú San José! Ni hemos venido aquí a armar un pesebre. ¿Cierto, amor?.