¿Por qué debes traer personas a Cristo? “El apóstol Pablo sentía que era responsable en gran medida del bienestar espiritual de aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que crecieran en el conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien había enviado. A menudo, en su ministerio, se encontraba con pequeños grupos de hombres y mujeres que amaban a Jesús, y se prostraba en oración con ellos para pedir a Dios que les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo se reunía en consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros la luz de la verdad evangélica. Y a menudo, cuando estaba separado de aquellos con quienes había trabajado así, suplicaba a Dios que los guardara del mal, y les ayudara a ser misioneros fervientes y activos.” (HA, 212, 213)

EL IDEAL PARA LA IGLESIA Bienestar espiritual Crecer en el conocimiento de Dios y de Jesucristo. Mantener una relación vital con Dios. CÓMO LLEGAR A ESE IDEAL Estudiar los mejores métodos de compartir la verdad. Ser misioneros fervientes y activos.

El espíritu de profecía también menciona el hecho de compartir a Jesús como el secreto de una vida cristiana victoriosa y feliz.

Un cristiano que no trae personas para Cristo no está convertido “El primer impulso del corazón regenerado es el de traer otros también al Salvador.” (GC, 76) “Si los miembros de la iglesia no emprenden individualmente esta obra, demuestran que no tienen relación viva con Dios.” (JT 2, 163) “Todo verdadero discípulo nace en el reino de Dios como un misionero.” (DTG, 166)

Un cristiano que no trae personas para Cristo jamás reflejará el carácter de Jesús “Dios podría haber alcanzado su objetivo de salvar a los pecadores sin nuestra ayuda; pero a fin de que podamos desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en Su obra.” (DTG, 116)

Un cristiano que no trae personas para Cristo no crecerá en la vida espiritual. “La única forma de crecer en la gracia es estar realizando con todo interés precisamente la obra que Cristo nos ha pedido que hagamos.” (SC, 127)

Un cristiano que no trae personas para Cristo es un cristiano débil. “Debe hacerse obra bien organizada en la iglesia, para que sus miembros sepan cómo impartir la luz a otros, y así fortalecer su propia fe y aumentar su conocimiento. Mientras impartan aquello que recibieron de Dios, serán confirmados en la fe. Una iglesia que trabaja es una iglesia viva.” (JT 3, 68)

Un cristiano que no trae personas para Cristo es un cristiano débil. “Hay peligro para los que hacen poco o nada para Cristo. La gracia de Dios no permanecerá largo tiempo en el alma de aquel que, teniendo grandes privilegios y oportunidades, permanece en silencio.” (SC, 113)

¿Cuál es la razón por la que abandonaste la iglesia? Porque no estaban de acuerdo con la doctrina 1,3% Porque se fueron con movimientos disidentes 3,9% Porque no pudieron vivir según los principios 18,8% Por falta de compañerismo 76,00%

5. Un cristiano que no trae personas para Cristo es candidato a la apostasía y a la disidencia. “Los cristianos que están creciendo constantemente en fervor, en celo y en amor, nunca apostatarán. Son aquellos que no se hallan ocupados en una labor abnegada los que tienen una experiencia enfermiza, y llegan a agotarse por la lucha, dudando, murmurando, pecando y arrepintiéndose, hasta que pierden todo sentido de lo que constituye la genuina religión.” (SC, 136)

5. Un cristiano que no trae personas para Cristo es candidato a la apostasía y a la disidencia. “Sienten que no pueden regresar al mundo, y así se mantienen en los contornos de Sión, albergando pequeños celos, envidias, chascos y remordimientos. Están llenos de un espíritu que busca faltas, y se alimentan de los errores de los hermanos.” (SC, 136)

6. Un cristiano que no trae personas para Cristo no participará del reavivamiento prometido. “La iglesia debe ser una iglesia activa si quiere ser una iglesia viva. No debe contentarse meramente con mantener sus posiciones contra las fuerzas opositoras del pecado y el error, ni debe estar contenta de andar a paso lento, sino que debe llevar el yugo de Cristo, y mantenerse al paso de su Líder, ganando nuevos reclutas a lo largo del camino.” (SC, 106)

7. Un cristiano que no trae personas para Cristo no se está preparando para la venida de Cristo. “En este tiempo, nuestra fe no debe limitarse a un simple asentimiento, a una simple adhesión al mensaje del tercer ángel. Necesitamos el aceite de la gracia de Cristo para alimentar nuestras lámparas, hacer brillar la luz de la vida e indicar el camino a los que están en tinieblas.” (JT 3, 356)

7. Un cristiano que no trae personas para Cristo no se está preparando para la venida de Cristo. “Estamos en el tiempo de espera. Pero, este período no ha de usarse en una devoción abstracta. El esperar, velar, y ejercer un trabajo vigilante han de combinarse.” (SC, 107, 108)

8. Un cristiano que no trae personas para Cristo reclamará siempre atención y cuidado. “Tal es la receta que Cristo prescribió para el alma que desmaya, duda y tiembla. Levántense los pesarosos, los que andan tristes delante del Señor, y socorran a alguien que necesite auxilio.” (JT, 504) Hay solamente una cura verdadera para la pereza espiritual, y ésta es el trabajo: el trabajar por las almas que necesitan vuestra ayuda” (SC. Pág. 135)