AUNQUE SE APAGUEN LAS ESTRELLAS...
Aunque se apaguen las estrellas, no te lamentes
No solloces, como niño, por los eclipses de la presencia o de la palabra del Señor.
Que no es de la condición de peregrino ver siempre la luz con la misma claridad, ni percibir la armonía con igual encanto.
Piensa que es precisa la intermitencia, para probar la esperanza
El titilar de las estrellas es tan necesario en el firmamento del Universo como en el cielo de las almas.
Vista una vez la luz-como la viste aquella vez-
...después, en medio de la noche, has de seguir marchando con la claridad que te alumbró,
...que no se dio sólo para iluminarte en el gozo,...
...sino también en la lucha...
...y en el desamparo.
No olvides que, aunque se oculte, Él está presente.
No caminas solo, sino que tus pasos se desdoblan.
Él marcha a tu lado, como amigo en la noche.
Haz luz, aunque no la veas.
Aunque se apaguen las estrellas. Texto: Manuel Marín Triana Montaje: Marta Reina