Bienaventurados los malos, porque por ellos sabrán los buenos volver a empezar
Bienaventurados los que odian porque por ellos atendemos ahora al poder del amor.
Bienaventurados los que olvidan porque por ellos recordamos el origen, el camino y el dolor.
Bienaventurados los opresores porque por ellos reconocemos el valor de la libertad.
Bienaventurados los egoístas porque por ellos aprendimos el valor de la bondad.
Bienaventurados los soberbios porque por ellos aprendimos el valor de la paz y la humildad.
Bienaventurados los malos gobernantes porque por ellos ahora hemos trazado el camino de la solidaridad.
Bienaventurados los que no dan nada porque gracias a ellos hemos aprendido a cultivar
Bievaventurados los tiranos porque gracias a su maldad hemos templado el alma, la sonrisa y la caridad.
porque gracias a ellos aprendimos a amar cada día más a alegrar el día con pocas cosas a ver el sol aún entre nubes a perdonar sin olvidar
porque esas fueron lecciones, que nos recuerdan siempre lo que "nunca debería pasar"
Bienaventurados los enemigos porque gracias a ellos aprendemos el verdadero valor de la amistad
Bienaventurados los que intentan reinar en la oscuridad, porque gracias a ellos aprendimos a validar la luz, reconocer las sombras y buscar la verdad.
© Miguel Angel Arcel