Arrorró Cinco ratoncitos Manuela la tortuga INDICE Arrorró Cinco ratoncitos Manuela la tortuga

PROLOGO Varios estudios han demostrado el poder que tiene la música sobre los futuros recién nacidos. También aseguran que los bebés recuerdan las melodías que han escuchado dentro del vientre materno, al menos durante el primer año, y asocian la melodía con un periodo de paz y tranquilidad Todavía está por saber, si la música estimula la inteligencia del bebé, o si determinado tipo de música hará que en el futuro bebé tenga predilección por ella o le proporcione alguna habilidad musical.

INTRODUCCION Este libro es muy interesante ya que les ayudara a las madres e igual que a sus hijos para poder tener un momento de relajación juntos las canciones al bebe le ayuda mucho por que es una estimulación que hace que perciba diferentes sonidos.

DEDICATORIAS Este libro lo dedicamos en especial a todo los bebes ya que son un regalo hermoso para las madres , son un ángel que vienen a cuidar a todo a aquel ser que les brinda amor, cariño y comprensión . También lo dedicamos a todos lo s que nos ayudaron.

CANCIONES PARA BEBES

ARRORO Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo, de mi corazón. Este niño lindo ya quiere dormir; háganle la cuna de rosa y jazmín. Háganle la cama en el toronjil, y en la cabecera pónganle un jazmín que con su fragancia me lo haga dormir.

Esta leche linda que le traigo aquí, es para este niño que se va a dormir. Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo, de mi corazón. Este lindo niño se quiere dormir… cierra los ojitos y los vuelve a abrir. Arrorró mi niño, arrorró mi sol, duérmase pedazo, de mi corazón.

CINCORATONCITOS Cinco ratoncitos de colita gris, mueven las orejas, mueven la nariz, abren los ojitos, comen sin cesar, por si viene el gato, que los comerá, comen un quesito, y a su casa van, cerrando la puerta, a dormir se van.

Manuelita una vez se enamoró de un tortugo que pasó. MANUELA LA TORTUGA Manuelita vivía en Pehuajó pero un día se marchó. Nadie supo bien por qué a París ella se fue un poquito caminando y otro poquitito a pie. Manuelita, Manuelita, Manuelita dónde vas con tu traje de malaquita y tu paso tan audaz. Manuelita una vez se enamoró de un tortugo que pasó.

Dijo: ¿Qué podré yo hacer Dijo: ¿Qué podré yo hacer? Vieja no me va a querer, en Europa y con paciencia me podrán embellecer. En la tintorería de Paris la pintaron con barniz. La plancharon en francés del derecho y del revés. Le pusieron peluquita y botines en los pies. Tantos años tardó en cruzar el mar que allí se volvió a arrugar y por eso regresó vieja como se marchó a buscar a su tortugo que la espera en Pehuajó.

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