El valor de la venida de Jesús Juan 12:46 al 50 Pastor Wilson Carrero 01 junio 2014

Introducción Un correcto entendimiento de la venida de Jesús es necesario para nuestra salud espiritual Jesús declaró el porqué de su venida Juan 3:17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Su venida es para salvación Juan 12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Su venida es para rescatar, librar al hombre de sus tinieblas Mat 4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. El hombre no entiende, ni acepta que está en tinieblas Ni los gentiles, ni los religiosos, ni el hombre de nuestros tiempos.

Su venida no es para juicio Juan 12:47 Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. La respuesta de Jesús ante el rechazo Hizo señales y habló la verdad y no todos creyeron Juan 12:37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; Juan 12:38 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?

Jesús no condenó a nadie Ni a la mujer sorprendida en adulterio Ni a aquellos samaritanos que no le dejaron pasar Luc 9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Luc 9:55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; Luc 9:56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.  

Nuestro Dios ha sido rechazado constantemente por el hombre Salmo 81:10 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré.   Salmo 81:11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. Salmo 81:12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. Salmo 81:13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel!

Vivimos en un mundo cada vez más alejado del verdadero Dios Ciertamente rechazamos la ética de Dios Entendemos que la religión es una carga terrible y el mundo está trillando su camino Las organizaciones humanas se han empeñado en darnos una vida mejor y parece que no hace falta Dios La mayoría esta contento viviendo su vida. El desenfreno moral le sienta bien a muchos. Pero el mundo no va bien, ni económicamente, ni en lo moral, ni en la justicia, ni en la salud.

Si el mundo estuviera bien, no hubiera un aumento en la violencia No hubiera un aumento en la tasa de divorcios No hubiera una tasa de suicido que crece cada día más. No hubieran tantos escándalos No hubieran tantas nuevas enfermedades No hubiera tanta violencia en crecimiento

La respuesta del hombre a su venida Juan 12:48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. El hombre se juzga a sí mismo, se condena a sí mismo Lo que decidas con La palabra de Dios decide tu final Lo que decidas determinará la clase de vida que tendrás Lo que decidas afectará tu vida espiritual para siempre

Su venida cumple un solo propósito Juan 12:49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Juan 12:50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.

Habrá un momento para el juicio Mat 8:28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

Conclusión Mat 8:29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? Habrá un tiempo de juicio, para todos, para los demonios incluso, para los hombres. Luc 13:4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Luc 13:5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.