La Biblia y la emigración
La emigración en el Antiguo Testamento Todos somos creados a imagen de Dios:Todos somos creados a imagen de Dios: Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, hombre y mujer los creó. Y Dios les bendijo… (Gen 1, 27-28) Dios nos invita al peregrinaje:Dios nos invita al peregrinaje: Yahveh dijo a Abram: «Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición. (Gen 12,1-2)
“No oprimas al forastero; ya sabéis lo que es ser forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.” (Ex 23, 9) “Dios grande, … que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido. Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.” (Dt 10,17-19) “ Cuando un forastero resida junto a ti, en vuestra tierra, no le molestéis. Al forastero que reside junto a vosotros, le miraréis como a uno de vuestro pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues forasteros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.” (Lev 19,33-34) La emigración en el Antiguo Testamento
Lamada de Abraham y Sara a emigrar (Génesis 12) La familia de Jacob emigra a Egipto (Génesis 37) Los Israelites huyen de Egipto hacia la tierra prometida (Éxodo) La emigración en el Antiguo Testamento
María, José y Jesús huyen a Egipto como refugiados (Mt 2,13-23) Los seres humanos tienen el mismo origen y destino (Mt 23,9) Jesus recibe a los extranjeros: la samaritana, el buen samaritano, el leproso samaritano agradecido. La emigración en el Nuevo Testamento
Diáspora de la iglesia primitiva (Hch 8,1) Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. (Gal 3,28) Cuando uno sufre, todos sufren con él. (1 Cor 12,26) La emigración en el Nuevo Testamento
“No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles” (Heb 13,2) “Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.” (Mt 10, 40) “Porque era forastero y me acogisteis” (Mt 25,35) Cristo llama a los Apóstoles a ir a bautizar a todas las naciones. (Mt 28) La emigración en el Nuevo Testamento
La Biblia y la emigración