VALOR DE LA GRATITUD
Si confieres un beneficio, nunca lo recuerdes; si lo recibes, nunca lo olvides
Gratitud. Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera. Amistad. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Confianza. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Fidelidad. Observancia de la fe que alguien debe a otra persona. —Diccionario de la Real Academia Española
Viviendo el valor El valor de la gratitud se ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le prestó ayuda. No consiste, necesariamente, en “pagar” ese favor con otro igual, sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, pondera la actitud amable de quien lo hizo.
Por el camino de la gratitud •Vence tu orgullo, piensa en quienes te han dado la mano a lo largo de la vida. Comprende que te ayudaron a ser quien eres. •La gratitud no es un intercambio de objetos: “tú me diste, yo te di”. Significa, más bien, “tú te esforzarte por mí, yo estoy dispuesto a hacerlo por ti.” •No sólo hay que dar las gracias a quienes están vivos y cerca de nosotros. Reconoce en tu corazón a quienes te ayudaron aunque no vivan o se encuentren lejos.
La gratitud y tú Ser agradecido es apreciar a cada momento lo que los demás hacen por nosotros y generar con ellos un compromiso de confianza: como estamos conscientes de su ayuda, podremos responder de igual forma cuando ellos requieran la nuestra. Cuando la confianza crece, se convierte en amistad: dos seres humanos comparten emociones, problemas, soluciones y la ayuda fluye siempre en las dos direcciones. El respeto y los sentimientos de cariño mutuos crecen hasta regirse por la fidelidad: no sólo agradecemos y correspondemos a quien nos ayuda, tenemos un cariño sólido que nos hará estar siempre allí para responder, sin importar que las circunstancias cambien.
El antivalor y sus riesgos El principal problema de la ingratitud ocurre dentro de nosotros: perdemos la oportunidad de experimentar el cariño de quien nos ha ayudado o apoyado en momentos de aflicción.
La recompensa de Nicolás Bravo El 13 de septiembre de 1812 José María Morelos ordenó al general Nicolás Bravo “pasar a cuchillo” a 300 prisioneros españoles que tenía en su poder, como una represalia contra los ataques de los realistas. Esa noche el general no durmió pensando que hacerlo era injusto y haría que se desprestigiara la lucha por la Independencia. A las 4:00 se resolvió a perdonarlos y a las 8:00 los puso en libertad. Como muestra de agradecimiento, 295 de ellos se incorporaron a las filas del general Bravo y lucharon por la independencia de México
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que, constante y paciente, la sostiene en la sombra Rabindranath Tagore
¡Cuidado!