Júpiter y Sémele de Elena García Madrid
La diapositiva fue pintada por Rubens entre los XVI –XVII y se encuentra en el Museo de Bellas Artes (Bruselas) En esta pintura se representa a Sémele como una muchacha que está muerta y a Júpiter, emanando rayos y junto a su águila en el cielo; a veces, aparece Juno escondida tras las nubes. La diapositiva muestra el mito de Júpiter y Sémele, princesa tebana, hija de Cadmo y Harmonía, que fue una de las muchas amantes de Júpiter. Juntos concibieron un hijo, Baco , al que parió Júpiter a causa de la muerte de su madre por la culpa de la celosa Juno.
El mito Júpiter y Sémele eran amantes y concibieron un hijo. Juno, la esposa de Júpiter se enteró y decidió castigar a la princesa. Para ello, la diosa tomó la forma de Béroe, la nodriza de Sémele, y mantuvo una conversación con ella en la que puso en duda la palabra del dios y la convenció para que le exigiera a su amante que se mostrase en todo su esplendor delante de ella, para afirmar su verdadera identidad. Después de esto, Sémele pide a Júpiter un regalo y éste le promete darle lo que ella quiera. Entonces la muchacha le pide que se le manifieste en todo su poder y aunque Júpiter no quería, se vió obligado a realizar lo que se le pedía y se presentó ante Sémele armado de sus rayos.
La muchacha no pudo aguantar el resplandor y se quema viva La muchacha no pudo aguantar el resplandor y se quema viva. Finalmente, Júpiter consigue salvar al hijo que la princesa esperaba y se lo cosió dentro de su muslo para que pudiera nacer. Cuando pasó un tiempo, nació Baco, al que por el motivo de su nacimiento se le llama el “nacido dos veces”. Se dice que más tarde, Baco rescató a su madre del Hades y la hizo inmortal dandole el nombre de Tione “la ardiente”, diosa del matrimonio.