Recibiste dichosa, ¡Oh Virgen pura! La ansiada presencia de la Vida
Que en tu virgen vientre fue acogida para darnos la luz que siempre dura.
Tanto amor, Madre y tal ternura siente tu corazón que no me olvida
pues como bálsamo para la herida es refugio seguro tu dulzura.
María tú eres luz hacia la aurora, eres esperanza, eres consuelo; de mi libre alegría, portadora.
Texto y presentación: Carlos Aitor Mariezcurrena Ponce Espejo eres de Su luz salvadora alas con las que comenzar el vuelo; mi querida Virgen, Auxiliadora. Texto y presentación: Carlos Aitor Mariezcurrena Ponce