Aprendan de mí
que al humilde lo quieren todos, y sobre todo Dios
No busquen los primeros lugares.
nos hace conocernos y aceptarnos mejor a nosotros mismos, nos ahorra muchos disgustos y nos proporciona una mayor armonía interior. La humildad nos hace bien sobre todo a nosotros mismos. El ser humildes, o sea, discretos en la ambición y modestos en la autoestima, afecta a la raíz de nuestro ser:
Al que es discreto, y modesto en sus pretensiones, al que es humilde y no alardea de sus cualidades o riquezas, todos lo quieren; al orgulloso y engreído, o lo desprecian o le tienen envidia.
No invites a comer a tus parientes y amigos. Con la esperanza de que luego ellos te correspondan con sus invitaciones. No invites a comer a tus parientes y amigos.
Invita a los pobres que no te pueden corresponder.
Da tan solo por generosidad
Así se nos da Cristo ektorn@hotmail,com