Preste oídos el humano 227 - [224]
I Preste oídos el humano a la voz del Salvador, regocíjese el que siente el pecado abrumador.
I Ya resuena el evangelio de la tierra en la ancha faz y de gracia ofrece al hombre el perdón, consuelo y paz.
Vengan cuantos se acongojan por lograr con qué vivir, II Vengan cuantos se acongojan por lograr con qué vivir,
II y en su afán tan solo rinden servidumbre hasta morir. Hay vestido más precioso, blanco,
puro y eternal; es Jesús quien da a las almas ese manto celestial. II puro y eternal; es Jesús quien da a las almas ese manto celestial.
III Vengan todos los que sufran, los que sientan hambre y sed, los que débiles se encuentren,
III de este mundo a la merced. En Jesús hay pronto auxilio, hay hartura y bienestar;
hay salud y fortaleza cual ninguno puede dar. III hay salud y fortaleza cual ninguno puede dar.
IV ¿Por qué en rumbo siempre incierto vuestra vida recorréis? A Jesús venid, mortales,
IV que muy cerca le tenéis. Él es vida en cielo y tierra, y la riqueza de su amor os mejora la presente y os reserva otra mejor.
Equipo de Conquistadores.cl Letra: Juan B. Cabrera Música: Ira David Sankey Digitalización: Equipo de Conquistadores.cl