Biblia y realidad XXIII La Encarnación Diseño: J. L. Caravias sj Dios con nosotros Mt 1,22
y habitó entre nosotros. Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer. Gál 4,4 El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Jn 1,14
Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres. Lc 2,52
Siendo rico se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza 2Cor 8,9
Los zorros tienen su madriguera y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni dónde reclinar su cabeza. Mt 8,20
Se hizo en todo semejante a sus hermanos Hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores Mt 8,17 Se hizo en todo semejante a sus hermanos Heb 2,17
¿No es éste el carpintero, el hijo de María? Mc 6,3
Ha sido probado por medio del sufrimiento; por eso es capaz de venir en ayuda de los que sufren. Heb 2,18 Por lo tanto, acerquémonos con confianza a él, que nos tiene reservada su bondad. Heb 4,15-16
Todos lo abandonaron. Lo trataron como a un delincuente. Vino a su propia casa, y los suyos no le recibieron Jn 1,11 Lo trataron como a un delincuente. Lc 22,37 Lo apresaron y quedó totalmente solo. Todos lo abandonaron. Mt 26,56
Dio un fuerte grito y entregó su espíritu. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Mt 27,46.50 Dio un fuerte grito y entregó su espíritu.