Fiesta de san Pedro y san Pablo Junio de 2009 Fiesta de san Pedro y san Pablo

La primera noticia que tenemos sobre san Pedro es cuando Andrés llevó ante Jesús a su hermano Simón. Jesús le dice: En adelante te llamarás Pedro

Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres” Poco tiempo después, caminando junto al mar de Galilea, Jesús llamó a los dos hermanos, Pedro y Andrés: Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres”

Un día, ante la valiente profesión de Pedro, Jesús le prometió el primado: ser la piedra fundamental de la Iglesia. Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Te daré las llaves del reino de los cielos.

Otro día Jesús le encomendaría a Pedro, como responsable del grupo, cumplir con el deber de pagar el tributo. Así lo hizo Pedro.

En la noche del Jueves Santo, Pedro fue cobarde negando a su maestro En la noche del Jueves Santo, Pedro fue cobarde negando a su maestro. Ante una criada y otras personas declaró, con juramento, que no conocía a Jesús.

Poco después, se arrepentía de su pecado. “Y saliendo fuera, lloró amargamente”

Cuando Pedro se enteró que el sepulcro del Señor estaba vacío, corrió juntamente con Juan, llevado por su amor. Pero encontró mayor amor en Jesús resucitado, que se le aparece en particular, como un signo de amor y de perdón por las lágrimas derramadas.

Tan grande fue el perdón de Jesús que pocos días des-pués le concedió definitivamente el primado para apa-centar las ovejas y los corderos del “rebaño” del Señor

Hasta la sombra de Pedro curaba enfermedades. Después de Pentecostés san Pedro fue el primero en predicar públicamente la doctrina de Jesús haciendo nuevos discípulos. Predicaba y sanaba muchos enfermos Hasta la sombra de Pedro curaba enfermedades.

Fue encarcelado, pero un ángel del Señor lo liberó, porque la Iglesia estaba orando por él.

Mientras tanto Saulo perseguía de muerte a la Iglesia, hasta que Jesús se le presentó a las puertas de Damasco. Y cambió la vida de Saulo.

Desde entonces, cambiando el nombre a Pablo, sería el gran predicador de la fe en Jesucristo. Comenzando en Antioquía, llegó a Atenas y otros lugares de Grecia y de otras naciones. Siempre siendo “apóstol de Cristo Jesús”.

Un día san Pablo, “llamado al apostolado, elegido para predicar el evangelio de Dios”, como les dirá a los romanos, es llevado a Roma. Va preso y encadenado. Pero en Roma, juntamente con san Pedro, seguirá predicando la Buena Nueva de Jesús resucitado.

San Pedro y san Pablo dieron su vida por Jesús en Roma. San Pedro crucificado, con la cabeza abajo, para no ser igual que su maestro. San Pablo, cortada la cabeza con una espada, por ser ciudadano romano.

La ciudad de Roma, consagrada con la sangre de san Pedro y san Pablo, les aclama como sus “padres y protectores”

Pedro, roca; Pablo, espada Pedro, roca; Pablo, espada. Pedro, la red en las manos; Pablo, tajante palabra. Pedro, llaves; Pablo, andanzas. Y un trotar por los caminos con cansancio en las pisadas. Que los dos pro-tejan a la Igle-sia por siempre. Amen

Desde el día de nuestro bautismo Jesús nos llama para que le sigamos

A veces hay nieblas en el corazón que nos impiden escuchar sus toques delicados y ver el camino que nos traza

Para algunos la llamada es a seguir un camino más sublime Quizá como el joven rico del evangelio no se atreven a seguir a Jesús.

Pero otros dicen que “Sí”.

Y se ofrecen para siempre al Señor.

Sepamos responder con valentía, porque Él nos dará mucho más.

Tu has venido a la orilla, Automático

No has buscado ni a sabios ricos;

tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos,

sonriendo has dicho mi nombre.

En la arena he dejado mi barca;

Junto a ti buscaré otro mar.

Tu necesitas mis manos,

mi cansancio que a otros descanse;

amor que quiera seguir amando.

Señor, me has mirado a los ojos,

sonriendo has dicho mi nombre;

en la arena he dejado mi barca,

junto a ti buscaré otro mar.

junto a ti buscaré otro mar.

Que María nos ayude a dar un sí siempre a Dios, como ella lo dio por medio del ángel. AMEN