Si a la orilla del mar encuentras a alguien con hambre, no le regales un pez, enséñale a pescar.
La única y verdadera ley es aquella que nos conduce a la libertad.
Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños.
Nosotros mismos debemos ser el cambio que deseamos ver en el mundo.
El egoísmo es exigir que el otro haga lo que tú quieras.
El dejar que cada uno haga lo que quiera, es amor.
En el amor no puede haber exigencias ni chantajes.
¿Has caído derrotado por el suelo. Levántate con un rostro sonriente ¿Has caído derrotado por el suelo? Levántate con un rostro sonriente. ¿Qué importa que hayas caído? La desgracia está en quedarse allí.
La felicidad es el resultado de las circunstancias, pero el gozo perdura a pesar de las circunstancias.
Nunca te creas mejor que los demás, pero tampoco rebajes tus condiciones para hacerte inferior a nadie.
Cultiva tu sueño hasta que tu sueño se apodere de tu realidad.
La gente suele quejarse de no ser querida, cuando el verdadero problema es no saber querer.
El mundo está lleno de pequeñas alegrías, el arte consiste en saber distinguirlas.