Beato LORENZO MARIA SALVI
Concede a tu siervo, Señor, SALMO (130) Concede a tu siervo, Señor, la sencillez de corazón.
Concede a tu siervo, Señor, Señor, mi corazón no es ambicioso, la sencillez de corazón. Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas que superan mi capacidad.
Concede a tu siervo, Señor, Sino que acallo y modero mis deseos, la sencillez de corazón. Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre.
Concede a tu siervo, Señor, Espere Israel en el Señor la sencillez de corazón. Espere Israel en el Señor ahora y por siempre.
El que se haga pequeño como un niño, en el Reino de los cielos. ALELUYA El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos.
“Si no volvéis a ser como niños, EVANGELIO “Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los cielos”