Señor y Padre mío, Al terminar este curso quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.
Te ofrezco cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te doy gracias por las personas que a lo largo de estos meses amé, y por los que me amaron, compañeros, profesores, educadores y empleados. Te doy gracias por las amistades nuevas y los por las que conocía de antiguo. Por los que me dieron su mano y aquellos a los que yo pude ayudar. Con todos ellos compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Cólmame de bondad y de alegría para estas vacaciones, a fin de que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí, encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un feliz VERANO y enséñanos a repartir felicidad.