La alegría de vivir
No es fácil la alegría.
para alimentar la alegría de vivir, Nunca lo ha sido tampoco hoy. Nos falta algo para alimentar la alegría de vivir, y no sabemos qué.
No hemos de confundir la alegría con el sentido del humor.
El humor se niega a que el sufrimiento y la frustración se impongan. Por eso, el humor ayuda a mantener la alegría…
Pero la alegría es otra cosa.
Tampoco hemos de identificarla con el optimismo que es la inclinación a esperar siempre lo mejor.
Ser optimista no es verlo todo de color de rosa. No es sustituir la esperanza alimentando ilusiones baratas.
El optimista lee la vida de manera positiva y esto es bueno El optimista lee la vida de manera positiva y esto es bueno. No olvidemos que no son los hechos los que, por lo general, nos hacen sufrir, sino nuestro modo de interpretarlos y vivirlos.
Pero tampoco el optimismo es la alegría.
La alegría nace de lo más hondo de la persona y la impregna por entero.
Lleva a la persona a darse, abrirse, abrazar
En realidad, la alegría emerge cuando aprendemos a vivir en la verdad y el amor.
Texto: J.Antonio Pagóla Música: Enya Watermark https://www.granosdemaiz.com