“¡Donde las dan, las toman!” Miguel-A. “¡Donde las dan, las toman!” 114 seg. (Rafael Farina)
Un ladrón, sabiendo que no estaba el propietario, entró una noche a una casa a hacer de las suyas con su linterna en la mano. Cuando estaba escudriñando por la casa, y dirigiéndose hacia una de las habitaciones en busca de las joyas, escuchó una extraña voz que de forma serena le decía: - ¡Jesús te está mirando!.
El ladrón se sobresaltó al oír la voz, y apagó la linterna inmediatamente. En medio de la oscuridad, se puso a intentar averiguar de dónde provenía esa voz tan serena para un momento tan difícil. - ¡Jesús te está mirando! -volvió a escuchar.
El ladrón ya no vio otro remedio, y encendió nuevamente su linterna para poder ver quién hablaba. Vio a un loro encerrado en una jaula, que le repitió: - ¡Jesús te está mirando!. El tipo, al ver que se trataba de un insignificante loro, se rió con todas sus fuerzas.
- ¿Y tú quién eres? -preguntó irónicamente. - Yo soy Moisés, el loro. - ¡¿Y quién ha sido el imbécil que te ha puesto por nombre Moisés?! -se burló. - El mismo imbécil que ha puesto "Jesús" al dóberman que está detrás de ti -replicó el loro.