AMIGO, NUNCA ME FALTES...

pequeñas y sencillas palabras, tenemos también Porque en este mundo mágico de internet, donde nos acercamos, donde aprendemos a querer a la distancia, donde las amistades florecen con pequeñas y sencillas palabras, tenemos también desapariciones virtuales. Un día ellos desaparecen... Recorremos la Web ¡y nada! ¿Dónde están aquellos mensajes lindos, alegres, graciosos? ¿Aquellos diálogos agradables, dónde fueron a parar? ¿Será que robaron su PC?  ¿Dónde está mi amig@ virtual? ¿Dónde fue? Yo le ofrecí tanto... pero no significó nada... se fue sin despedirse.

Comenzamos a consolarnos con suposiciones: Su PC no anda bien, ¿Por qué se fue?  ¿Qué motivo tuvo? Comenzamos a consolarnos con suposiciones: Su PC no anda bien, tuvo que formatear, y se perdió todo (¿?)... ¿Quién sabe si salió de viaje?... ó ¿quién sabe si anda desencontrad@ con la vida?... ¿Andarán l@s novi@s con celos, los maridos y esposas reclamando? etc, etc ¿Se habrá olvidado de mí? Pero...  ¿Y si está enferm@?

Pero en verdad, la mayoría, ¿quiénes son? ¿Dónde encontrarlos? Después viene el dolor... Pero... ¡Cielos! ¿Será que es quien dice? Pero en verdad, la mayoría, ¿quiénes son?  ¿Dónde encontrarlos? Ellos vienen y van de nuestras ventanas de mensajes, y nosotros entramos y salimos de sus listas de e-mails... ¿Cuántos murieron y no sabemos? ¿Cuántos teclean bromas  con los ojos inundados de lágrimas? ¿Cuántos retratos mentirosos... tal vez. Cuántas verdades 'entre líneas'... no podemos saber, o de hecho, no vemos.

¿Podemos tener la sensibilidad de la sintonía humana, la fe en el semejante, la inocencia pretendida, podemos sentir cuándo se van, y cuándo no nos quieren más? Debemos sí, tratarlos con el respeto que merecen, respondiendo sus preguntas, mandando sus  mensajes, repasando todos sus créditos, considerándolos bien. Para que un día, cuando no estén más aquí, haya sólo añoranza, y no dolor.

Porque ésta, es la frágil conexión virtual, y muchas veces tan realmente importante para hacer mejor el día de alguien. Pero que, cuando reparamos en la realidad de que los hechos son virtualmente frágiles... y que ésos que se fueron de nuestra vida pueden nunca más volver… o sí... Conocemos finalmente, la muerte virtual... para ella sólo resta el luto de una simple pero sincera poesía *in memorian*, por una pérdida sentida, virtualmente real. Y se siente… Y existe…

Mi homenaje para los que se fueron y los que vendrán... Yo… Sólo espero que NUNCA ME FALTES.!

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