En este calidoscopio que es la vida terrena,...
es preciso cultivar el silencio y la quietud. En este calidoscopio que es la vida terrena,...
El silencio y la quietud nos aproximan al Misterio que bajo el barniz de los relojes y calendarios se esconde.
Algunos minutos diarios de Silencio son capaces de operar milagros.
Es en los instantes de Silencio que tenemos la oportunidad de dialogar con nuestra alma a fin de verificar si ella está contenta con la vida que llevamos.
El alma contenta = Bienaventuranza, Plenitud
El diálogo con el alma, la escucha del Silencio, configuran un oasis en medio de una rutina tantas veces vacía e insignificante.
El diálogo con el alma, la escucha del Silencio, amplían nuestros horizontes existenciales.
El Silencio nos convida a compartir con el mundo nuestros bienes y talentos, – materiales y espirituales.
El alma nos impele a que seamos como una fuente. Cuando el agua fluye, la fuente se mantiene viva, pura, renovándose a cada instante.
Recordar que existe una Fuente mayor, que nos obsequió con todo aquello que poseemos, – nuestra vida, nuestros bienes y talentos.
Gratuitamente dar aquello que por Gracia recibimos.
Recordar que aquello que damos con amor nos acompaña todo instante,...
Recordar que aquello que damos con amor nos acompaña todo instante,... mientras que aquello que nos resistimos a dar será perdido para siempre.
La fuerza y la pureza de la fuente reposan en su eterno movimiento, en su donación constante.
“Tendrás siempre apenas aquello que hayas dado.” Marco Valério Marcial
“Es feliz apenas aquél que da.” Goethe Tema musical: “Nihavent Piyano ve Keman”, Cemal Çinarli
“Es feliz apenas aquél que da.” Goethe um_peregrino@hotmail.com
“Es feliz apenas aquél que da.” Goethe