Amor para toda la vida

En estos días donde parece que los matrimonios son "desechables", un matrimonio duradero no es imposible si se toman en cuenta las reglas de Dios en el amor. ¡El poder de Dios transforma vidas!

El amor es de origen divino. El amor tal y como Dios lo creó es un amor auténtico, maduro, incondicional. No es un amor a prueba, no es un amor desconfiado, no es un amor egoísta.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7

EL AMOR ES SUFRIDO: Esto no significa que se puede hacer sufrir a la pareja. Tampoco significa que debemos aceptar que nos hagan sufrir. Significa que es un amor que sabe soportar los problemas y que busca la paz en la pareja, independientemente de las dificultades que se presenten. Es un amor en donde ambos enfrentan juntos los momentos difíciles y trabajan juntos en la solución de sus conflictos.

EL AMOR ES BENIGNO: Es un amor generoso, un amor considerado y comprensivo. Un amor que respeta los sentimientos de su pareja. Un amor que reconoce el esfuerzo y el trabajo del otro.

EL AMOR NO TIENE ENVIDIA: Es un amor que acepta las diferencias y disfruta de los éxitos de su pareja. Un amor en el cual no existe la guerra de los sexos. Un amor en el que ella y él reconocen ser complemento uno del otro, porque en lo que uno es débil, el otro es fuerte.

Es un amor en el que ninguno de los miembros de la pareja busca ser el centro de atracción, ni manipula al otro, ni hace uso del sarcasmo para herir a su pareja, pues esto acarrea amargura y soledad. EL AMOR NO ES VANIDOSO NI JACTANCIOSO

EL AMOR NO HACE NADA INDEBIDO Es un amor en donde existe la fidelidad y el respeto. Un amor en donde él no hace nada que haga sentir mal a su pareja y viceversa. La delicadeza en el trato hacia el otro, debe estar siempre presente.

EL AMOR NO BUSCA LO SUYO No es egoísta. No busca su propio placer ni su propia comodidad, sino que ante todo busca hacer feliz a su pareja, dado que esa es su propia felicidad. La descortesía, la falta de consideración, la falta de atención, etc. son pequeñas termitas que acaban con el matrimonio.

EL AMOR NO SE IRRITA, NO GUARDA RENCOR No es irritable, es paciente, comprensivo. Sabe dialogar y encontrar soluciones a los conflictos junto con su pareja, sin airarse, sin gritar ni ofenderla. No existe el rencor en un amor así, nunca se echan en cara los errores del otro, ni se recuerdan errores pasados.

En un amor así, los problemas, las enfermedades, las desgracias se enfrentan juntos. En un amor así no existen los celos, porque hay confianza entre la pareja. En un amor así, la pareja está segura de contar el uno con el otro. En un amor así, hay tolerancia. Si hay algo que perdonar, se perdona de corazón y ya nunca más se menciona la falta. TODO LO SUFRE, TODO LO CREE, TODO LO ESPERA, TODO LO SOPORTA

El matrimonio es una institución creada por Dios El matrimonio es una institución creada por Dios. Con Dios como guía y consejero matrimonial, el amor en la pareja, dura toda la vida. Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.