“Jesús: aproximación histórica” Mirar a las personas con amor compasivo es parecerse a Dios; ayudar a los que sufren es actuar como Él. José Antonio Pagola. “Jesús: aproximación histórica” Mateo 11, 25-30. XIV Tiempo Ordinario –A-. 6 de julio de 2008

25Entonces Jesús dijo: -Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, El texto no sólo dice que Jesús rezaba, también indica el contenido de su oración. Escuchamos un grito espontáneo de alegría, admiración, acción de gracias... Un himno de alabanza, de bendición al Padre. En la vida de Jesús la acción de gracias y la alabanza ocupan un lugar central. ¿Es así también mi oración?. ¿Necesito momentos de silencio y reflexión que me ayuden a descubrir el paso de Dios en mi vida?.

porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, Jesús se refiere a la minoría que tiene el poder social y religioso. Quienes están sentados en la “cátedra de Moisés “, se han apoderado de la “llave de la ciencia” (Mt 23,2) y se creen los depositarios de la revelación y los expertos en su interpretación. Quienes quieren dominar la vida de l@s demás, sean poderosos socialmente o moralmente o espiritualmente. Jesús con esas personas tiene una relación tensa. Con su afirmación desafía su autoridad. Jesús considera como un éxito que los entendidos no le acepten, mientras que la gente sencilla, le acoge y le sigue.

y se las has dado a conocer a los sencillos y se las has dado a conocer a los sencillos. 26Sí, Padre, así te ha parecido bien. Son las personas sencillas las que entienden... y son felices. Es una invitación a ser sencill@s de corazón, para sentir mejor la presencia de Dios en todos los acontecimientos de la vida y ser más felices. Demuestran haber alcanzado la verdadera sabiduría, quienes captan las cosas de Dios, se dejan invadir por la Buena Noticia, están abiert@s a la novedad del Reino que trae Jesús y se dejan llenar de su felicidad: las personas que reconocen que necesitan de Dios, las que saben escuchar, admirarse y sorprenderse de sus obras en la vida de cada día.

27Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre no lo conoce más que el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Jesús nos muestra su íntima relación con el Padre. Nos ofrece el mejor retrato de cómo es Dios cuando le vemos, a lo largo del evangelio, perdonando, curando, salvando, liberando, acogiendo, sintonizando con quienes sufren, siempre cerca y dedicando su compasión a quien le necesita, mostrando predilección por l@s despreciad@s y mal vist@s por la sociedad. Su ejemplo nos lleva a expresar con nuestra vida diaria el Evangelio del Reino.

28Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados, y yo os aliviaré. Jesús ofrece una hermosa y evocadora invitación al descanso a l@s pequeñ@s, a l@s pobres, a l@s “no invitad@s” que aparecen tantas veces en el Evangelio, a tod@s l@s que sufren el peso de la ley, la injusticia, la enfermedad, la pobreza... Es un mensaje de ánimo, liberación y esperanza frente a todas las formas de cansancio y de esclavitud. El amor libre, incondicional y gratuito del Padre es el que da sentido a todo.

29Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras vidas. 30Porque mi yugo es suave y mi carga ligera Cargar con el yugo de Jesús es seguirle y aprender de Él. El yugo de Jesús libera de los preceptos y cargas pesadas y reclama sólo lo verdaderamente importante: la búsqueda de la justicia y la práctica del amor al estilo del amor del Padre. Su propuesta es llevadera porque no está impuesta por la fuerza, sino que debe brotar libremente del corazón. Tiene su raíz en el amor.

Para encontrar descanso no hay que recorrer grandes distancias. En esta época, en la que muchas personas se toman sus vacaciones, tiene especial resonancia la invitación de Jesús al descanso. El descanso es necesario y, como dice el poeta, “pertenece al trabajo como los párpados a los ojos” –Tagore-. Que nuestro descanso sea el tiempo para serenar el espíritu, reflexionar, disfrutar del regalo de la existencia, reencontrarnos con la vida y con nosotr@s mism@s. Para encontrar descanso no hay que recorrer grandes distancias. Basta recorrer la que nos lleva a encontrar la paz de nuestro corazón.

Te damos gracias, Padre Te damos gracias, Padre, porque nos has revelado el rostro de tu Hijo Jesús y quieres recrearnos a su imagen. porque nos ofreces la posibilidad de vivir plenamente, arraigados y cimentados en Él.  porque Tú has querido dárnoslo como camino y compañero fiel a nuestro lado. porque has tatuado su nombre en nuestro corazón como sello indeleble de que somos hijos tuyos. porque has hecho de nosotros iconos vivos de su amor para todos los que caminan tristes y perdidos. porque nos has injertado en su tronco para que seamos sarmientos vivos con su savia. porque su fidelidad y misericordia nos hacen caminar erguidos y con dignidad. Ulibarri Fl