Rescatando el romanticismo
El romanticismo fue un movimiento cultural y político, originado a fines del siglo XVIII, en el que se le daba importancia a los sentimientos del hombre, por sobre las tradiciones y reglas estereotipadas que habían regido hasta el momento.
En este siglo XXI, frívolo, materialista y hedonista, el romanticismo parece ser cosa del pasado. Lo que muestra el cine y la T.V. es que cuando una pareja se gusta, ¡se van como desesperados a la cama, desde la primera cita!
¿Dónde quedó la ilusión, el cortejo, la labor de conquista? Hay que hacer renacer el romanticismo. Solo bastan pequeños detalles …
TERNURA: La ternura es un elemento básico en el romanticismo. No se puede ser romántico, sin dulzura en las palabras, sin ternura en las caricias.
Cartas y poemas: Envíale una carta de amor o escríbele un poema, con lo que salga de tu corazón. En estos días, se puede hacer por email. Una mujer siempre se va a emocionar al recibir unas letras que expresen amor y los hombres también, (aunque lo disimulen).
Flores: ¡A qué mujer no le gusta recibir flores! Un ramo de rosas, cualquier día, de sorpresa, es como un multivitamínico para un noviazgo o matrimonio.
Cena romántica: En un restaurante donde puedan pasar una velada romántica, tranquilos y olvídense de los problemas domésticos, de los hijos, de las cuentas, del trabajo. Solitos los dos, como cuando eran novios. Reviviendo bellos momentos.
Los pequeños detalles en el matrimonio, son como el rocío matinal a las flores de un jardín. Lo mantienen fresco y radiante. Aprendan a usar la imaginación, a salirse de lo usual, a "personalizar" sus expresiones románticas.
El: ¡Cuán bella eres, amada mía. ¡Cuán bella eres El: ¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas! Ella: ¡Cuán hermoso eres, amado mío! ¡Eres un encanto! Cantar de los Cantares 1:15-16a