Recordamos la Última Cena del Señor con sus discípulos primeros.

Alrededor de tu mesa venimos a recordar (bis) que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad (bis)

Alrededor de tu mesa venimos a recordar (bis) que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad (bis)

Perdóname, Señor, y olvida mis errores, que yo quiero cambiar mis equivocaciones.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Marcados con la Sangre de Cristo.

El cáliz que bendecimos es la comunión de la sangre de Cristo.

Un mandamiento nuevo nos dio el Señor: que nos amáramos todos como El nos amó.

Que os améis como Yo os he amado”. “Este es mi mandamiento: Que os améis como Yo os he amado”.

Padre, escúchanos. Necesitamos tu ayuda.

Santu, santu, santua, diran guztien Jainko Jauna Santu, santu, santua, diran guztien Jainko Jauna. Zeru lurrak beterik daukaz zure diztirak. Hosanna zeru goienetan. Bedeinkatua Jaunaren izenean datorrena. Hosanna zeru goienetan.

En el mar he oído hoy, Señor, tu voz que me llamó y me pidió que me entregara a mis hermanos. Esa voz me transformó, mi vida entera ya cambió y sólo pienso ahora Señor, en repetirte: Padre nuestro, en Ti creemos, Padre nuestro, te ofrecemos, Padre nuestro, nuestras manos de hermanos (bis).

Gure Aita, zeruetan zarana, santu izan bedi zure izena, etor bedi zure erreinua, egin bedi zure naia, zeruan bezela lurrean bere. Emoiguzu gaur egun honetako ogia. Parkatu gure zorrak, geuk bere gure zordunai parkatzen dautsegun ezkero; eta ez gu tentaldira eroan baina atara gagizuz gatxetik.

Padre nuestro, en ti creemos. Padre nuestro, te ofrecemos, Padre nuestro, nuestras manos, de hermanos.

Como mendigo extiendo mi mano hacia ti.

¿Qué puedo hacer ahora? Reza: Gracias, Jesús, sin Ti la vida sería muy dura. Preséntale tus proyectos, tus problemas, tus dudas…

Hoy y mañana, en la capilla, desde el silencio, contemplamos y adoramos a Cristo, presente en la eucaristía.

Sacerdote.- Aquí estoy, Señor. En este Jueves Santo. A tu lado. Junto a Ti, eucaristía. Todos.- Sabes todas mis penas, todas mis alegrías. Sabes que no tengo nada que te pueda servir. Sé por experiencia que, cuando a Ti me llego, siempre salgo mejor, más ilusionado.

Sacerdote.-Sé que aquí, a tu lado, aprenderé la ciencia de los santos, de mis padres. Fueron tus amigos y hoy gozan de Ti. Todos.- Señor, que aprenda a estar contigo, a tu lado, recibiendo y acogiendo la fuerza que Tú me envías.

“Haced esto en memoria mía” ¡Que no se os olvide nunca!