PENSAMIENTO SOBRE LA BREVEDAD DE LA VIDA
"La vida es corta, pasa rápidamente”, ésta es la queja de muchísimas personas. La vida no es corta, sino larga, si sabemos hacer buen uso de ella; lo que sucede es que estamos agobiados por los vicios y ocupaciones inútiles y vanas. Todo el mundo es más propenso a perder el tiempo que su dinero. Si valoráramos el tiempo que perdemos... Y lo perdemos porque no somos conscientes de nuestra condición mortal. Por muy larga que fuese la vida, se nos escaparía rápidamente. Contemple, por ejemplo, en qué invierten el tiempo las personas. Una de las obligaciones fundamentales del hombre debe ser el aprender a vivir y a morir. El tiempo que uno vive no es necesariamente igual al tiempo transcurrido. Nadie valora el tiempo, y cuando llega a la vejez, la gente se asombra. La vida de la gente llena de ocupaciones es muy breve.
La vida se divide en tres épocas: la que ha sido, la que es, la que será... El hombre de bien disfruta del recuerdo del tiempo pasado. Son más sensibles a la muerte aquellos que han desperdiciado su vida... Únicamente los sabios viven la verdad, puesto que utilizan el presente, viven recordando el pasado y gozan por adelantado del porvenir. Los que olvidan, desprecian un presente y temen el futuro, son los que viven menos; hay que distinguir entre vivir mucho y tener la sensación que los días son interminables. Es corto el tiempo del que disfrutan, y es que los placeres son inestables y su pérdida, es angustia para ellos.
Los que siempre viven pensando en alcanzar en tener muchos puestos, en honores, buenas comidas y se mantienen ocupados en asuntos ajenos, no perciben que su vida se escapa, y la muerte los sorprende sin haber vivido verdaderamente.