pedro martínez borrego automático ¡cuán bella eres!

“¡Cuán bella eres, amada mía. ¡Cuán bella eres “¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!”

Me dejaste porque así estaba escrito.

Me dejaste y seguiste tu camino.

Y si breve es la vida como una gota de rocío que se disipa al salir el sol, ¿por qué me dejaste?

Y si fugaces son las fantasías de nuestros sueños…

…y pronto nuestras cenizas serán pasto de las yerbas en las riberas de la desolación, ¿por qué me dejaste?

Día a día esperé tu venida.

Se marchitó mi juventud, la tormenta de verano arrasó la levedad de las flores y los otoños inmolaron las postreras hojas de mi esperanza.

Pero tú que todo lo eras para mí, ¿por qué me dejaste?

Mas sentado en el umbral de mi puerta sé que la suave brisa de nuevas primaveras suspirará lánguidamente…

…que el pájaro invisible desgranará su alegre melodía en la ciega espesura.

Que una vez más el nuevo amanecer pintará de ilusiones la campiña…

…que el abismo de lo eterno descubrirá el secreto de los cielos, y que se renovará mi esperanza en las gozosas noches del abril de mis deseos.

¡Cuán bella eres! “¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres!” El Cantar de los Cantares 1,15. Me dejaste, porque así estaba escrito. Me dejaste y seguiste tu camino. Y si breve es la vida como una gota de rocío que se disipa al salir el sol, ¿por qué me dejaste? Y si fugaces son las fantasías de nuestros sueños y pronto nuestras cenizas serán pasto de las yerbas en las riberas de la desolación, ¿por qué me dejaste? Día a día esperé tu venida. Se marchitó mi juventud, la tormenta del verano arrasó la levedad de las flores y los otoños inmolaron las postreras hojas de mi esperanza. Pero tú, que todo lo eras para mí, ¿por qué me dejaste?

Mas sentado en el umbral de mi puerta sé que la suave brisa de nuevas primaveras suspirará lánguidamente, que el pájaro invisible desgranará su alegre melodía en la ciega espesura. Que una vez más el nuevo amanecer pintará de ilusiones la campiña, que el abismo de lo eterno descubrirá el secreto de los cielos y que se renovará mi esperanza en las gozosas noches del abril de mis deseos. Y ahora, esperando tu venida, sé que mi vida despertará en otra sorpresa de amor cuando el nuevo día alboree cantando nuestro encuentro.

¡Cuán bella eres! Texto y composición: Pedro Martínez Borrego. Imágenes: Internet. Tema musical: Rhapsody in blue - André Kostelanetz.

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