Lola y Adolfo Lola era una hermosa y presumida gata blanca del sector más sofisticado de la zona Sur ...
Un día como cualquiera salió al jardín a tomar el sol del medio día, bebiendo un vaso de un delicioso té helado, preparado por las criadas que sirven a su amo, como es su costumbre.
Adolfo, un pequeño lagartijo, poco atractivo y muy noble por cierto, se acercó a ella pidiéndole que si por favor podría darle un pequeño sorbo de aquella bebida refrescante, pues este llevaba caminando largas horas y moría de sed ...
...pero Lola muy grosera y engreída le dijo sin la mayor moderación: Como se atreve a hablarme a mi? A caso no ves lo ocupada que estoy? Además tu así todo inmundo, deshidratado y harapiento ... Como se atreve usted a acercarse y pedirme de mi bebida? ¡Por supuesto que NO! ...Ahora largo de aquí!
...El triste y sediento lagarto, salió sin mas de aquel jardín, en busca de alguien que de favor saciara un poco su dolencia.
Días después, sucedió algo verdaderamente lamentable: el amo de Lola entro a la quiebra perdió sus propiedades, sus acciones, todo su dinero. Ante tales circunstancias Lola perdió su hogar tan lleno de comodidades, ahora no le quedaba nada.
Decidió emprender un viaje sin rumbo, y uno de esos días se cruzo en el camino con un viejo conocido: Era Adolfo el sediento lagarto que un día pidió su ayuda y al que Lola no dudo en negársela, Lola al verlo quiso evadirlo, pero era tarde, mucho antes de que así lo decidiese Adolfo pudo verla allí a lo lejos y aunque le costó reconocerla, pues estaba tan sucia y mal peinada que no parecía que fuese la hermosa y presumida Lola, sin embargo y sin mucho pensarlo Adolfo llamo su atención así que Lola no tuvo mas remedio que acercarse, y de inmediato Adolfo le ofreció su ayuda, su casa y hasta su baño, por si le placía darse una ducha
...luego de que Lola le comentara su tragedia Adolfo le dio a saber que el desde aquel día tuvo mejor suerte que se topo con un pequeño, hijo de un granjero adinerado, que era aficionado por mascotas algo salvajes y que vio en el todo lo que buscaba me adopto como suyo y me ha brindado desde entonces cientas comodidades que si puedo compartiré hoy con tigo desdichada Lola
...Lola ante tal confesión no tuvo mas remedio que aceptar y pedir disculpas a Adolfo por haber sido tan desconsiderada ante su pena.
MORALEJA: *si quieres el bien hazlo también, pues no sabes si mañana necesitaras que alguien lo haga con tigo. *El que hace el bien no tiene nada mas que recibir sino buenas cosas de la vida.