Ven, Espíritu Divino…
fortalece a los débiles, ensalza a los pequeños,
consuela a los que lloran, cura a los enfermos,
ilumina a los que no saben, da pan a los hambrientos,
alegra a los tristes, sacia los grandes deseos,
acompaña a los que están solos, pacifica a los violentos,
une a los que están divididos, clarifica nuestro entendimiento,
llena los vacíos, alivia los sufrimientos,
quema nuestros egoísmos, guíanos por tus senderos,
riega nuestra sequedad, bautízanos con tu fuego,
rompe nuestras ataduras, facilita nuestros encuentros…
Ven, Espíritu Divino, ayúdanos a desarrollar nuestro yo más verdadero.
¡ Feliz fiesta de Pentecostés !