CLARET, profeta de nuestro tiempo
Vocación de Claret Rompe con un porvenir halagüeño Deja su buena posición económica y sus cualidades para la fabricación Elige como valor supremo a Jesucristo y decide entregar su vida por Él
Misionero andante Se entrega al servicio de la Palabra Decide ir a Roma a presentarse a la Congregación de Propaganda FIDE Entra en la Compañía de Jesús Se echa a andar por los caminos de España Evangeliza a grandes muchedumbres
Fundación de su obra Siente que él solo no puede realizar lo que su espíritu le empuja Funda, en 1849, la Congregación de los “HIJOS DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA” (Misioneros Claretianos) Un mes después es nombrado Arzobispo de Cuba
Obispo misionero Opta por cambiar el sillón episcopal por la silla de montar Realiza un recorrido misionero total Detecta las injusticias Funda instituciones promocionales Funda con María Antonia París, en 1855, a las Religiosas de María Inmaculada (Misioneras Claretianas)
Mártir, en la boca del lobo El 1º de febrero de 1856, al salir del templo en la ciudad de Holguín, Cuba, un matón atentó contra él con una navaja barbera; dándole un zarpazo certero en el rostro y el brazo El asesino es condenado a muerte, pero Claret pide su indulto, pagándole el viaje de regreso a su tierra
Profeta en la corte La Reina Isabel II le llama como su confesor Acepta con una condición: tener las manos libres para el ministerio Aprovecha los viajes para la misión Publica buena prensa Funda la Academia de San Miguel Comienza la persecución
Profeta en el exilio En 1868 es destronada Isabel II y va al exilio junto a ella Sufre un ataque de apoplejía Es llamado a Roma para asistir al Concilio Vaticano I En julio de 1870, muy enfermo, es llevado a Francia Muere en el Monasterio de Fontfroide, Francia, el 24 de octubre de 1870 Beatificado el 25 de febrero de 1935 (Pío XI) Canonizado el 07 de mayo de 1950 (Pío XII)