Vacaciones y descanso Texto: Síntesis de Texto de J. A. Pagola Música: Fron Cinema Paradiso Montaje: Eloísa Díaz-Jara
Es bueno que, al hacer el plan de vacaciones, sepamos escuchar las palabras de Jesús:
«Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas y sólo una es necesaria».
Agitados por tantas ocupaciones y preocupaciones, necesitamos obsequiarnos a nosotros mismos con el regalo del descanso y la vacación para sentirnos de nuevo vivos.
Pero necesitamos pararnos y encontrar el sosiego y silencio necesarios para recordar de nuevo «lo importante» de la vida.
Las vacaciones de este año tendrían para nosotros un contenido nuevo y enriquecedor
si fuéramos capaces de responder, durante el descanso veraniego, a estas dos sencillas preguntas:
¿cuáles son las pequeñas cosas de la vida que la falta de sosiego, de silencio y de oración han agrandado indebidamente hasta llegar a agobiarme y matar en mí el gozo de vivir?,
¿cuáles son las cosas realmente grandes a las que he dedicado demasiado poco tiempo, vaciando y empobreciendo así lamentablemente mi vida diaria?
En el silencio y la paz del descanso podemos encontrarnos más fácilmente con nuestra propia verdad,
pues volvemos a ver las cosas tal como son.
Y, sobre todo, podemos encontrarnos con Dios
y descubrir de nuevo en Él no sólo la fuerza para seguir luchando sino también el descanso verdadero y la fuente última de paz.
Recordemos la experiencia de «abandono en Dios» predicada por el Maestro Eckhart:
«No necesito aferrarme a mí, puesto que soy sostenido. No necesito cargar con el peso porque soy soportado. Puedo salir de mí mismo y entregarme».
Cuando somos capaces de encontrar en Dios nuestro descanso
y sanar desde Él nuestra existencia, la vacación se convierte en una gracia.
Tal vez, una de las mayores gracias que podemos recibir en medio de nuestra vida tan agitada y nerviosa. FIN