“Veo las bondades del Altísimo sobre ésta mi amada Congregación”
La Congregación la tengo puesta en manos de Dios y bajo la protección de la Virgen, mi querida Madre.
“Pidamos al Señor por las necesidades y el buen espíritu de nuestra Congregación”
“Mi fin no es otro que conducirlas por el camino del cielo”
“Tengan en sus corazones el fuego de la caridad, mucho amor de Dios, y con los pobres enfermos”
“No tengan pena por nada, pues Dios que cuida de las aves del campo, mejor, mucho mejor cuidará de ustedes”.
“Dios abrirá puertas de claridad, hija mía”.
“Sean muy agradecidas, primero con Dios Ntro “Sean muy agradecidas, primero con Dios Ntro. Señor, y después, con todos los que nos ayudan”
“No, la Congregación no morirá; es una cosa muy grande y llegarán días mejores para ella; seamos nosotras las últimas que la abandonemos” “No, la Congregación no morirá; es una cosa muy grande y llegarán días mejores para ella; seamos nosotras las últimas que la abandonemos”
“Porque estuve enfermo y me visitasteis. “Dios nuestro Señor ya las tiene a ustedes apuntadas en los libros eternos” “Porque estuve enfermo y me visitasteis.
¡Gracias, Madre Soledad, por tu fe que movió montañas! ¡Gracias por tu audacia y valentía! ¡Gracias por desafiar a tus hijas a seguir tu aventura! ¡Nos arriesgamos, con tu gentileza, Madre Soledad!