Domingo 3º DEL TIEMPO ORDINARIO SÍGUEME
En los primeros domingos del Tiempo ordinario, la Liturgia nos presenta el inicio de la vida pública de Jesús, con el - ANUNCIO DEL REINO y - LA LLAMADA de los primeros discípulos.
En la 1ª Lectura, Isaías habla de una LUZ, que va a brillar en Galilea y que iluminará toda la tierra. Se compara con la alegría al final de las cosechas abundantes. * Jesús es la Luz que ilumina al mundo y da sentido pleno a esta profecía mesiánica de Isaías.
En la 2ª Lectura, Pablo exhorta a los Coríntios a superar las rivalidades y divisiones: “Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo...” El Bautismo no significaba una adhesión a Pablo, a Apolo o a Pedro... CRISTO es la única fuente de Salvación para todos.
LA CONVERSIÓN Y EL SEGUIMIENTO En el evangelio hay dos ideas que resultan difíciles de comprender en nuestros días: LA CONVERSIÓN Y EL SEGUIMIENTO Y las dos están expresadas en imperativo. 5
VENID EN POS DE MÍ y os haré pescadores de hombres. CONVERTÍOS, porque está cerca el Reino de los cielo. VENID EN POS DE MÍ y os haré pescadores de hombres.
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, junto al mar.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: CONVERTÍOS, porque está cerca el reino de los cielos.
Paseando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores.
Les dijo: "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino, y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. El Señor es mi luz y mi salvación.
Aleluya Jesús proclamaba el evangelio del reino, y curaba toda dolencia del pueblo.