ORACIÓN para compartir Texto: Teodoro Baztán Basterra. Presentación: María Asun Gutiérrez Cabriada. Música: Jauregui. Tú me conoces.

Quiero romper, Señor, la cerrazón de mi vida, y abrir cauces que me lleven al otro; y levantar puentes y construir caminos para salir a su encuentro.

Quiero brindarle mi mano y acoger la suya, y compartir necesidades y anhelos, fracasos y esperanzas. La alegría será común y comunes las penas. Y aun la vida misma y el amor.

Quiero abatir la roca de mi propio yo, engreído y falso, y con el hermano formar un "nosotros", una sola alma y un solo corazón, dirigidos a Ti, el único Señor, el Otro para los dos.

Quiero hacer añicos mi egoísmo y autosuficiencia, mi orgullo y ambición. Porque yo no soy el centro de nada, y necesito del otro, y el otro de mí; nos necesitamos los dos. Y este encuentro será, a la vez, encuentro contigo, Señor, porque Tú estás en él.

Para Ti será mi vaso de agua en las horas de calor, mi vestido en tiempo de frío, un pedazo de pan ofrecido al mendigo, mi palabra amable al enfermo, la puerta abierta para alojarle, mi oferta de amor.

Y juntos, el otro y yo, declaramos que nada podemos sin Ti; que Tú eres el Único y el Todo, la raíz y el tronco, la roca y el cimiento, el camino, la verdad y la vida.

Ayúdanos, Señor, a ser y sentirnos necesitados y abiertos, acogedores y entregados, unidos a Ti en amor compartido, en un mano a mano en el esfuerzo común, hasta llegar, por Ti, al Padre, Padre de todos y nuestro gozo para siempre. Amén.

Oración para compartir Quiero romper, Señor, la cerrazón de mi vida, y abrir cauces que me lleven al otro; y levantar puentes y construir caminos para salir a su encuentro. Quiero brindarle mi mano y acoger la suya, y compartir necesidades y anhelos, fracasos y esperanzas. La alegría será común y comunes las penas. Y aun la vida misma y el amor. Quiero abatir la roca de mi propio yo, engreído y falso, y con el hermano formar un "nosotros", una sola alma y un solo corazón, dirigidos a Ti, el único Señor, el Otro para los dos. Quiero hacer añicos mi egoísmo y autosuficiencia, mi orgullo y ambición. Porque yo no soy el centro de nada, y necesito del otro, y el otro de mí; nos necesitamos los dos. Y este encuentro será, a la vez, encuentro contigo, Señor, porque Tú estás en él. Para Ti será mi vaso de agua en las horas de calor, mi vestido en tiempo de frío, un pedazo de pan ofrecido al mendigo, mi palabra amable al enfermo, la puerta abierta para alojarle, mi oferta de amor. Y juntos, el otro y yo, declaramos que nada podemos sin Ti; que Tú eres el Único y el Todo, la raíz y el tronco, la roca y el cimiento, el camino, la verdad y la vida. Ayúdanos, Señor, a ser y sentirnos necesitados y abiertos, acogedores y entregados, unidos a Ti en amor compartido, en un mano a mano en el esfuerzo común, hasta llegar, por Ti, al Padre, Padre de todos y nuestro gozo para siempre. Amén. Teodoro Baztán Basterra